Cuando se trata de la psicología de la inversión, las reglas de inercia

¿Cómo respondieron las personas cuando vieron que su riqueza se derretía en el mercado de valores? Para leer la mayoría de las cuentas de prensa, como resultado, la "tolerancia al riesgo" de los inversores cambió en los últimos meses. No están dispuestos a asumir los mismos riesgos en el pasado, ahora que no tienen el dinero. La historia es simple: dos veces mordido, una vez tímido.

Sin embargo, la economía tiene teorías sorprendentemente complejas -y contradictorias- sobre cómo la actitud de los inversores frente al riesgo debería cambiar cuando su riqueza disminuye. De acuerdo con la mayoría de las teorías del comportamiento, si estás en un hoyo, estás dispuesto a tomar incluso más riesgos con el dinero que te queda, para intentar volver a igualar. Piense en un jugador que se duplica cuando las cosas van mal. Pero tal vez la gente está tan traumatizada por perder dinero, se niegan a correr más riesgos y se aferran a lo que les queda. O tal vez no haga ninguna diferencia: muchas teorías comunes en economía afirman que la aversión al riesgo de los inversores no cambia de una forma u otra en relación con los cambios en la riqueza.

Entonces, ¿cuál es? Al observar cómo se comportaron las personas en términos de sus elecciones de inversión, una vez que perdieron o ganaron dinero, es posible dar una respuesta inversa a esta turbia pregunta psicológica. Cuál es exactamente el enfoque adoptado por dos economistas, Stefan Nagel y Marcus Brunnermeier. Examinaron las carteras de personas cuya riqueza había cambiado, para ver si eso cambió la forma en que invirtieron después. Esto es lo que encontraron: ninguno de los modelos psicológicos desarrollados por los economistas realmente funcionó. (Papel aquí).

Las personas que de repente se hicieron más ricas, ahora no comenzaron a invertir en activos de mayor riesgo. Pero las personas cuya riqueza bajó tampoco hicieron cambios dramáticos en su cartera. De hecho, el hallazgo más convincente es que los inversores no hicieron mucho de otra manera. Dejaron prácticamente intacta su asignación de activos en su cartera de inversiones, independientemente de los cambios en la riqueza.

Lo que demuestra una vez más, que no estamos motivados solo por el miedo o la avaricia cuando se trata de finanzas. En cambio, cuando realmente tenemos que hacer una elección financiera … la inercia gobierna.