Dando palabras de dolor

"Dale dolor a las palabras". La pena que no habla susurra
el corazón lleno de ira, y le pide que se rompa.

"El dolor llena la habitación de mi hijo ausente,
Se acuesta en su cama, camina arriba y abajo conmigo,
Pone su linda apariencia, repite sus palabras,
Me recuerda a todas sus partes graciosas,
Rellena sus prendas vacantes con su forma;
Entonces, ¿tengo razones para ser aficionado al dolor?
Le va bien: tuvo tanta pérdida como yo,
Podría darte una mayor comodidad que tú.
No voy a mantener esta forma sobre mi cabeza,
Cuando hay tal desorden en mi ingenio.
¡Oh Señor! ¡Mi niño, mi Arthur, mi hermoso hijo!
¡Mi vida, mi alegría, mi comida, mi todo el mundo!
¡Mi comodidad de viuda y la cura de mis penas!

-William Shakespeare, King John Act III