La dolorosa verdad sobre la heroína

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Fuente: altanaka / Shutterstock 158472119

Actualmente hay una gran cantidad de debate público sobre el vínculo entre la epidemia de heroína y los medicamentos recetados para el dolor.

Aunque las razones son complicadas y difieren dependiendo de la persona, podemos rastrear la conexión a una causa principal: la adicción impulsada por un simple deseo de sentirse mejor y / o vivir sin dolor.

Me gustaría examinar el vínculo entre la heroína y los medicamentos recetados tomados para el dolor crónico. Tal vez una vieja lesión en el fútbol americano universitario cause espasmos en la espalda baja o haya dolor constante por artritis, cirugía o un accidente automovilístico. Un paciente que experimenta dolor a largo plazo expresa naturalmente un deseo de alivio y su médico puede recetar un opioide para ayudar a mantener el dolor bajo control.

Lo que muchas personas no se dan cuenta es que cuanto más tiempo una persona toma opiáceos, es más probable que se vuelva adicto. Estos medicamentos incluso pueden causar más dolor, una condición conocida como hiperalgesia, y se requieren dosis más altas para aliviar el sufrimiento creciente.

Es por eso que los opiáceos no son una solución a largo plazo para el dolor crónico. No deben usarse más allá de la etapa inicial de dolor agudo, generalmente alrededor de seis meses.

Pero la adicción es una fuerza poderosa.

Una vez que alguien se vuelve dependiente de los opiáceos, se vuelve cada vez más tolerante con las drogas. Cuando la dosis se marca o corta por completo, las personas experimentan abstinencia y pueden buscar otras formas de alimentar la adicción. Algunos usan otros medios para ingerir las drogas para intensificar el efecto.

Incluso pueden recurrir a la heroína, una opción menos costosa que los medicamentos recetados para el dolor. La clase de drogas opioides comúnmente recetadas para el alivio del dolor en realidad está químicamente relacionada con la heroína.

Las estadísticas sobre la epidemia de heroína actual son alarmantes. Según el New England Journal of Medicine , mientras que la prescripción de opiáceos ha disminuido por primera vez desde 2010, el uso de heroína está aumentando. [1] Esto nos dice que restringir el suministro de opiáceos no disminuye la demanda entre aquellos que son dependientes o adictos.

Simplemente eliminar los medicamentos problemáticos no resuelve el problema. Tampoco es suficiente tratar solo la parte del cuerpo que está causando dolor crónico.

Comprender la correlación entre los analgésicos recetados y la heroína es fundamental, no solo para combatir la epidemia, sino también para informar a las personas que padecen dolor crónico sobre las alternativas. Debemos ofrecer soluciones de tratamiento integral que aborden a toda la persona: mente, cuerpo y espíritu.

[1] New England Journal of Medicine, 15/1/15, vol. 372 No. 3 – Tendencias en el abuso y la mortalidad por analgésicos opiáceos en los Estados Unidos