Nueva evidencia de que el sueño facilita el aprendizaje y la memoria

Un nuevo estudio publicado en la revista Science el 6 de junio de 2014 es pionero al completar algunos datos que faltan sobre cómo el sueño afecta el aprendizaje, la memoria y el rendimiento. En las últimas décadas, se han acumulado pruebas de que dormir es beneficioso, y recientemente se ha descubierto que el sueño de onda lenta es la etapa de sueño durante la cual se produce mucha consolidación de la memoria. Se ha formulado la hipótesis de que durante el sueño se produce un fortalecimiento de las conexiones entre las neuronas, junto con una poda de sinapsis que ayudan a establecer recuerdos. El nuevo descubrimiento es que se ha observado el proceso de fortalecimiento y debilitamiento sináptico, que respalda la hipótesis.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Nueva York y la Universidad de Pekín Shenzhen (China) (Wang et al., 2014) utilizaron ratones genéticamente modificados para expresar una proteína fluorescente. Después de entrenarlos en una tarea de correr / equilibrar, observaron cambios en las sinapsis. Un hallazgo fue que aparecieron cambios en ramas dendríticas específicas, es decir, que no se diseminaron por toda la región cerebral. Los períodos de sueño o privación de sueño siguieron al entrenamiento, y notablemente, solo después del sueño aparecieron algunas de las nuevas ramas. Además, las espinas recién formadas todavía estaban presentes un día después.

Este nuevo estudio se basa de forma importante en una gran cantidad de literatura que muestra la importancia del sueño para los niños. Desde su nacimiento, los niños pasan gran parte de sus horas despiertas aprendiendo nueva información y habilidades. Los bebés duermen muchas horas y ahora está claro que el sueño es más que solo "descansar". El reprocesamiento activo de las conexiones neuronales tiene lugar durante el sueño. A medida que los niños crecen, su aprendizaje continúa, al igual que su necesidad de dormir. Hace tiempo que sabemos que dormir lo suficiente es vital para un aprendizaje óptimo, y seguimos logrando una mejor comprensión de los mecanismos subyacentes de cómo el sueño facilita el aprendizaje.

La implicación es que si queremos que los niños maximicen su capacidad de aprender y retener nueva información y habilidades, se requiere dormir lo suficiente. Los padres no han hecho del sueño una prioridad lo suficientemente alta para la mayoría de los niños. Pero ni la culpa ni la solución de los problemas recaen en los padres. Muchas de las prácticas gobernadas por adultos en la sociedad contemporánea han disminuido el tiempo disponible para dormir. Los adultos han establecido horarios de inicio de la escuela temprana, a menudo para nuestra propia conveniencia para ir a trabajar o para acomodar el atletismo después de la escuela. Los adultos han creado, vendido y comprado dispositivos multimedia que evitan que los niños duerman. Los adultos han vendido y comprado bebidas con cafeína para niños. Los adultos tienen actividades programadas que involucran a muchos niños en las noches escolares. Todas estas acciones se han desarrollado lentamente y se han vuelto habituales, por lo que son muy resistentes al cambio. Lograr que el sueño sea una prioridad mayor, fomentar condiciones propicias para dormir y hacer que haya más tiempo disponible para dormir requerirá un esfuerzo concertado y continuo a nivel individual y comunitario.

Wang, G., Wan Lai, C., Cichon, J., Ma, L., Li, W. y Gan, WB. (2014). El sueño promueve la formación específica de ramas de espinas dendríticas después del aprendizaje. Science, 344 , 1173-1177.