¿Qué es como?

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Fuente: Caroline Hernandez / Unsplash

La práctica:
Mira lo que es agradable

¿Por qué?

Les gusta sentirse bien, además nos alienta a acercarnos e involucrarnos con el mundo en lugar de alejarnos de él.

Su cerebro rastrea continuamente si algo es agradable, desagradable o neutral. En esencia, ¿es una zanahoria, un palo o se ignora de forma segura? Naturalmente, nos gusta -disfrutamos- lo que es agradable, no nos gusta lo desagradable, y deseamos que lo neutral sea agradable pronto.

Las moléculas naturales de opioides-placer se liberan cuando ves cosas que te gustan; por otro lado, las cosas desagradables pueden activar las redes neuronales del dolor. Gustar las cosas se siente bien, entonces nos acercamos a ellas; desagradar las cosas se siente mal, entonces las evitamos.

Estamos programados para gustar algunas cosas, como la dulzura del azúcar, y no nos gustan otras cosas, como temblar de frío. Pero la mayoría de las situaciones se encuentran en el medio y están formadas por muchas partes. En consecuencia, nuestra respuesta a ellos -me gusta o no me gusta- depende mucho de a lo que prestamos atención y en nuestra propia perspectiva.

Considera a alguien que conoces bien, tal vez a tu pareja en la vida. Como cada uno de nosotros, esta persona es un mosaico con muchas fichas. Incluso si amas a esta persona, es fácil acostumbrarse a sus buenas cualidades de forma que las desconecte.

Lo mismo es cierto para otras personas y para muchas situaciones cotidianas. Por ejemplo, puede sentirse bien en general con respecto a su trabajo o carrera, pero ha perdido el contacto con muchas cosas concretamente buenas al respecto.

No estoy hablando de anhelar o aferrarse a lo que te gusta. Puede disfrutar y disfrutar de una experiencia placentera mientras la deja fluir a través de usted sin apegarse a ella.

Tampoco estoy hablando de lentes de color rosa. Claro, necesitamos ver problemas reales y lidiar con ellos. Pero cuando pasamos por alto las cosas que nos podrían gustar de manera auténtica, perdemos oportunidades para sentirnos bien, dar un paso hacia la vida y aprovechar las oportunidades.

Además dale la vuelta. ¿Cómo te sientes cuando estás con alguien que ve mucho en ti? Cuando encuentras cosas que te gustan en los demás, es un hermoso regalo para ellas. Y a su vez, los lleva a tratarte mejor.

¿Cómo?

Elija algo simple: una comida, una habitación, una vista por una ventana, y encuentre algo que le guste. Tal vez es un gusto particular, o la curva de un sillón favorito, o la forma en que la luz está jugando en las hojas del exterior. Durante unos segundos o más, quédese con él y deje que la sensación de disfrute crezca. Sé consciente de la experiencia de que te gusta algo.

Luego cambia tu conciencia a algo a lo que normalmente no le prestas mucha atención. Tal vez es una cuchara, o una esquina de una alfombra, o un tramo de acera. Intenta encontrar una o más cosas que realmente te gusten. Está bien, de hecho es normal, si el gusto es leve o sutil. Sea consciente del proceso de disfrute autogenerado. Observe cuánto poder tiene realmente sobre si le gusta algo y su poder para encontrar más y más cosas que le gusten.

Con una o más personas, busque cosas que le gusten: disfrutar, respetar o apreciar. (Por supuesto, no está renunciando a sus derechos o dejando de lado sus preocupaciones solo porque ve algo bueno en una persona). Puede hacerlo cuando está cara a cara o cuando simplemente le recuerda a alguien. Pruébelo con una persona cercana, con un amigo y con alguien que no conoce bien (por ejemplo, un servidor en un restaurante). Por ejemplo, tal vez la persona tenga un peculiar sentido del humor, o una decencia básica, o una dulzura con los niños, o una pasión valiente por las causas condenadas. Luego, para un desafío, intente esto con alguien que le molesta, como un pariente entrometido o una persona estresante en el trabajo.

Sé consciente de los resultados con estas diversas personas. Apuesto a que es mejor ver lo que es agradable de ellos, incluso los que te resultan irritantes. Y para los que son queridos para ti, podrías encontrar, como yo lo hice, que esta práctica trae frescura, gratitud e intimidad renovada.

Por último y no menos importante, ¿qué tal reconocer lo que es agradable, acerca de ti mismo? ¿Qué les gusta de ti a tus amigos y seres queridos? ¿Puedes verte de esta manera? ¿Cómo se siente esto?