Reconsiderando el Archetype del entrenador

Gregg Popovich, cuatro veces campeón de la NBA de los San Antonio Spurs, desafía lo que muchos consideran el "entrenamiento" deportivo. En una reciente entrevista con ESPN, parece sugerir que el entrenamiento deportivo se ha convertido poco más que en un espectáculo dramático, no liderando o enseñando Se burla del enfoque de liderazgo listo para el cine que a menudo se toma durante los tiempos muertos en los juegos de baloncesto, eligiendo no "dar [a los jugadores] algunos toros #% @ y actuar como un entrenador". Este experimentado y exitoso entrenador parece entender ese alboroto y burla no es una forma de construir un equipo de campeonato.

El enfoque dramático del liderazgo no es exclusivo del atletismo. La revista Atlantic recientemente destacó el sesgo extrovertido en la cultura corporativa. Actualmente, los líderes empresariales agresivos y extrovertidos salen adelante y son mejor compensados ​​por las corporaciones. A pesar de esta realidad, hay evidencia de que los líderes introvertidos y menos dramáticos crean mejores equipos de funcionamiento … exactamente de qué se trata el deporte.

Nada de esto son noticias nuevas. La ciencia ha sido clara: el empoderamiento de los seguidores es motivador, fomenta la confianza y mejora el rendimiento. Tal vez la dirección autoritaria funciona bien para las líneas de montaje de fábrica de widgets. No obstante, obtiene pocas recompensas significativas cuando trata de desarrollar equipos cooperativos y competitivos. Popovich lo destaca bien al sugerir, "la gente de carácter competitivo no quiere ser manipulada". Eso es lo que hace el líder que grita y grita: manipular, no entrenar.

Los atletas competitivos pueden no conocer todas las respuestas a los esquemas ofensivos o defensivos del oponente y sería negligente pensar que entienden todos los matices biomecánicos de sus técnicas. Sin embargo, traen el deseo de sentirse seguros de sus esfuerzos y logros a la mesa. Son colaboradores con entrenadores, no peones sin sentido. Popovich vuelve a hacer las cosas bien cuando señala que empoderar a los atletas proporciona un "impulso psicológico". Cuando el juego está en juego, parece razonable sospechar que tal ventaja mental podría ser la diferencia.

Por lo tanto, tanto los entrenadores del campeonato como la ciencia saben que el líder demostrativo es muy ladrador, pero desarrolla equipos con poco mordisco. Entonces, ¿cómo persiste el arquetipo del entrenador mordaz? La respuesta a esto vale la pena considerarlo. Algunos pensamientos iniciales son que es un esquema que se basa en la pereza mental y la industria de entretenimiento deportivo manufacturado. Cuando un entrenador dice que es un buen entrenador (y quizás te dice que fue un gran atleta en un nivel competitivo "élite") es más fácil seguirlo, en lugar de tratar de superar el desafío de comprender la verdadera calidad del entrenador. Además, no busque más allá del cine local para encontrar la encarnación de un líder audaz, valiente y decidido. Por otra parte, tal vez es hora de apreciar al líder menos dramático (pero no menos sabio) que empodera a los atletas y guía a los equipos cohesivos … una receta para el campeonato.