A medida que el sol se pone en verano …

Llamémoslo negación, pero digo que el hecho de que las tiendas ocupen un lugar prominente con los suministros para el regreso a la escuela no significa que no puedas exprimir un poco más la diversión del verano.

Ten una microaventura El desafío y la emoción se encuentran justo afuera de tu puerta, argumenta el autor y aventurero Alastair Humphries. ¿Alguna vez has acampado en tu patio trasero? ¿Te has quedado mirando las estrellas en un parque cercano? Humphries sugiere muchas maneras divertidas de agitar las cosas, desde cenar afuera hasta nadar en un río local. Con esto en mente, la semana pasada nerviosamente hice mi primera carrera de trail en un parque local. Una tormenta feroz entró inesperadamente y el camino rápidamente se convirtió en barro. Cuando terminé la carrera, sudoroso, exhausto y sucio, me sentí como un aventurero agreste … ¡a solo 3 millas de casa! Cualquiera que sea su nivel de aventura, el punto es encontrar momentos de novedad en la vida cotidiana: ¡las tardes y los fines de semana son el mejor momento para la microaventura! – en lugar de esperar las vacaciones de verano de dos semanas asignadas.

Encuentra tu lugar feliz Considere adaptar el encantador concepto de "hapspots" de Leo Bormans. En varias ciudades europeas, los residentes eligen un punto caliente, que es un lugar realmente significativo para ellos. Los visitantes y lugareños por igual pueden hacer un recorrido por estos lugares y aprender por qué un lugar en particular puede tener tanto significado para un individuo. Piense en dar su propio recorrido de su barrio. ¿Qué elegirías como especialmente significativo para ti? ¿Por qué? Personalmente, podría elegir un banco en un parque cercano con vistas al florecimiento de mirtos o un café al aire libre donde he tenido muchos buenos momentos con amigos. Este ejercicio puede ayudarlo a recordar las maravillas presentes en su propia ciudad.

Considera tu lista de deseos. En una investigación reciente, mis colegas y yo les pedimos a los estudiantes universitarios que imaginen que solo les quedan 30 días para pasar en su ciudad actual. También les pedimos que piensen cómo les gustaría pasar ese tiempo. En comparación con un grupo de control, estos estudiantes estaban más felices y más comprometidos con su vida universitaria después de imaginar su final inminente. ¿Qué te gustaría hacer más si solo te quedaban treinta días? ¡Encuentra tiempo para hacerlo!

Seré el primero en abogar por los beneficios de aventuras lejanas. Pero es fácil olvidar que podemos vivir como un viajero mientras estamos en casa, si tenemos la mentalidad correcta. Estas actividades promueven un sentido de apreciación y saboreo, no por lo épico o lo exótico, sino por lo ordinario. ¿Y la capacidad de maravillarse con la vida cotidiana no es un componente clave de la felicidad?

Como Marcel Proust acertadamente dijo: "El verdadero viaje del descubrimiento consiste, no en buscar nuevos paisajes, sino en tener nuevos ojos".