Día de San Valentín: una celebración del poder sanador del amor

Bienvenido al día de San Valentín. ¡Un día que reconocemos como la celebración del amor como pasión y romance!

Y la pasión es buena: alimenta el alma. ¿Recuerdas tu primer beso?

El símbolo del amor en nuestra cultura es el corazón. ¡El gran corazón rojo de San Valentín en celebración del amor!

En energía y fisiología, el Centro del Corazón vibra con pasión, compasión y perdón. En términos espirituales, el Amor es Poder Divino, sin fin en la oferta, de hecho, cuanto más das, más amor te vuelves con más y más amor para dar.

En términos prácticos, el corazón nos mueve a la acción que el intelecto no siempre comprende; acciones que son de intención desinteresada, intención que no actúa para nuestro propio beneficio, sino simplemente para servir. Sin recompensa del ego

Muchos de nosotros jugamos, corremos, cantamos o pintamos, simplemente por amor al juego o por amor a la creación. Entendemos que la alegría está en el hacer, la alegría en el ser de todo …

En mi mundo, el mundo de la salud, las lesiones y las enfermedades, observo compasión por el cuidado y la curación a diario. ¿Sonido emocionante? Déjame mostrarte … parece que …

Sosteniendo una mano que no puede sostener …
Escogiendo ropa por descripción de prendas colgadas en un armario …
Tirando de un brazo de 15 libras a través de una manga de camisa …
Enseñar botones con una sola mano …
Sosteniendo una cucharadita de avena espesada en gachas esperando a que la tos se disipe …

No es sexy en absoluto, pero es el tejido de la vida en las obras que estamos haciendo, al igual que cuando eras pequeño y eras el niño que necesitaba un hombro para llorar, una mano para sostener, una puerta para volver a casa después sufriendo las diasappointments en el mundo de la competencia.

El hogar es donde está el corazón, el hogar … bienvenido a casa … de vuelta a un amor que perdona … pase lo que pase.

Perdónate a ti mismo. Perdónalos. Libera el dolor emocional y nuestro termostato fisiológico se restablecerá permitiendo que nuestros cuerpos se curen por el poder del amor.