¿Estamos atrapados dentro de los patrones?

Mi abuelo era un inmigrante que encontró refugio en los Estados Unidos, navegando justo después de la Estatua de la Libertad hacia el puerto de Nueva York. Tenía solo 14 años e hizo el viaje solo. Fue acusado de ganar suficiente dinero para traer a su madre y hermanas y así lo hizo. Encontró trabajo en la industria de la confección, en los talleres clandestinos de Nueva York. Allí pasó toda una vida inclinado sobre una máquina de coser que trabaja en el mismo patrón día tras día, año tras año durante toda su vida adulta. Era un cautivo de ese patrón único, colocando collares en las chaquetas de los hombres.

Cuando pienso en ese trabajo, pienso en cuán importante es la creación de patrones para cada ser humano. El cerebro humano es en realidad un buscador de patrones y se desarrolla buscando patrones y encontrándolos en todas partes. La mente busca un principio de organización para no ser abrumado por la experiencia y, de esta manera, funcionar en el mundo tal como es. Para funcionar bien, no debe ser ni demasiado rígido ni demasiado fragmentado. En cualquier extremo, la psicoterapia nombra un trastorno, ya sea un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) o la esquizofrenia.

¿Cuántos de nosotros podríamos pasar toda una vida dentro del mismo patrón una y otra vez? La respuesta es que todos podemos y hacemos, aunque menos conscientemente que el trabajador de la línea de montaje. Es la única forma en que el cerebro humano puede organizar el flujo de imágenes e información que nos llega en cada momento. El cerebro humano en sí es un buscador de patrones y un creador de patrones.

El género y la raza son dos de los patrones de los que la mayoría de nosotros dependemos inconscientemente cientos de veces al día para anticipar nuestras interacciones con los demás, especialmente con los extraños. Se necesita solo una fracción de segundo de visión para hacer estos juicios. A medida que maduramos, podemos cuestionar estos patrones e incluso modificarlos si ya no nos sirven. La esencia de la conciencia es la capacidad de cuestionar estos patrones inconscientes. También está en el corazón de la psicoterapia.

Los patrones están organizados por el significado o lo que prefiero llamar importancia, para incluir la mente y el corazón. El replanteo es una técnica para cambiar el significado, que permite que el patrón cambie. Con un replanteo, ahora puedes ver de manera diferente. Muchas terapias, especialmente los enfoques existencial y constructivista, se basan en esta ruptura del patrón para lograr un nuevo significado. Por ejemplo, cuando se inventó por primera vez la máquina de escribir, se consideraba una maquinaria que solo los hombres podían operar. Esa creencia cambió 180 grados y, en nuestro clima contemporáneo, ha perdido su identidad de género ya que los hombres y las mujeres usan computadoras. La actividad no ha cambiado en absoluto. Solo el significado genérico tiene. Cada uno de nosotros tiene la capacidad que mi abuelo no tenía, es decir, actualizar los patrones. No estaba en sus manos, pero está en el tuyo.