La grasa del vientre y el cerebro de su hijo

Cuando eras pequeño ¿cuánto tiempo pasabas sentado mirando una pantalla? Si no tenía un teléfono inteligente, iPad o videojuego, ¿qué hacía con todo el tiempo que no pasaba mirando? ¿Pasó parte de ese tiempo corriendo, jugando a la pelota, saltando a la cuerda, montando en bicicleta u otra actividad? Aunque no te diste cuenta en ese momento, no solo estabas mejorando tu condición física, sino que también mejoraste tu funcionamiento cognitivo. Si su hijo está mirando en lugar de moverse, puede verse privado de los beneficios cognitivos que la condición física puede proporcionar.

Los beneficios para la salud de la actividad física están bien establecidos. Aunque es poco probable que los adultos pierdan peso al aumentar el ejercicio (incluso los concursantes de Biggest Loser recuperó la mayor parte de su pérdida de peso) es necesario aumentar la actividad para mantener la pérdida de peso luego de una dieta, medicamentos para bajar de peso o cirugía. Como beneficio adicional, la actividad física reduce la depresión y mejora el estado de ánimo y el autoconcepto. Para los niños puede haber un beneficio adicional, pueden perder grasa visceral (barriga) y mejorar sus calificaciones.

Investigaciones recientes han demostrado que una condición física más baja se ha relacionado con la disminución del funcionamiento de tareas que implican la percepción, la memoria y el control cognitivo, además de estar asociadas con un menor rendimiento académico. Un nuevo estudio realizado por investigadores de Northeastern University y la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign sugiere un posible mecanismo que podría explicar la relación negativa entre la aptitud y la función cerebral.

Los investigadores estudiaron niños obesos y no obesos de 8 a 10 años de edad. Descubrieron que los niños que juegan etiquetas y otros juegos activos durante aproximadamente una hora después de la escuela tenían menos grasa visceral en comparación con los niños que eran menos activos. Los niños con sobrepeso activo en el estudio de nueve meses todavía tenían sobrepeso a pesar de que tenían menos grasa abdominal. La actividad extracurricular dio como resultado mejoras en las medidas de atención, procesamiento de información y control de impulsos para niños obesos y no obesos. Hubo una relación entre la cantidad de pérdida de grasa visceral y las mejoras en el funcionamiento cognitivo. Los niños obesos en el grupo de control sin ejercicio ganaron sustancialmente más grasa visceral durante el período de nueve meses. La relación entre la grasa visceral y la función cognitiva no se comprende bien, pero los investigadores creen que la grasa abdominal contribuye a la inflamación que no es saludable para el cerebro.

Según un estudio Kaiser Family Foundation, los niños pasan un promedio de 7 horas y 38 minutos al día viendo sus pantallas. ¿Cuánto tiempo pasa sentado y mirando su hijo? Si se dedicara más de este tiempo a la actividad física, los niños podrían perder grasa abdominal y mejorar su rendimiento escolar, incluso si no bajaran de peso. Mi libro, ¡NO es solo grasa de bebé! tiene algunas sugerencias prácticas para ayudar a su hijo a ser más activo.