Las ideas abstractas conducen a la resiliencia en el mundo real

freeimages.com
Fuente: freeimages.com

El fin de semana pasado, mi hija hizo un fuerte en el garaje. Usaba sombrillas como techo, una vieja papelera como pared sur y dos discos para trineos. Luego me preparó una comida de guiso de aguja de pino e inmediatamente comenzó a planificar cómo viviríamos en el futuro si toda la casa comenzaba a flotar corriente abajo en una inundación. Vivimos en Oregon, por lo que este plan no es totalmente sin mérito.

Ella estaba jugando con pensamiento abstracto y pasándola bien haciéndolo. La cosa es que muchos de los esquemas elaborados que ella imaginaba podrían tener una aplicación en el mundo real. Todos estaban probando sus habilidades para resolver problemas y este tipo de juegos imaginativos y asociaciones abstractas y pensamientos también cultivan creatividad y resiliencia.

¿Qué es el pensamiento abstracto?

El pensamiento abstracto nos permite conceptualizar, hacer representaciones simbólicas, o dibujar conexiones y patrones a cosas que no necesariamente están presentes o son reales para nosotros ahora. Esto nos permite cambiar, adaptar, predecir, planificar y sacar conclusiones que nos muevan a un lugar de compromiso o un significado o entendimiento más profundo. Esto también puede ayudarnos a manejar la adversidad y el desafío.

Cuando estamos en modo de pensamiento concreto, nos basamos en los hechos que tenemos ante nosotros. Estamos arraigados en lo que podemos ver y sentir en este momento. Tendemos a ser más analíticos en este momento, más mathy y sciency.

El pensamiento abstracto nos permite crear, sentirnos espirituales, encontrar sentido, planificar cosas que nunca habíamos hecho antes, imaginar cómo se sentirá cuando completemos nuestros objetivos y cómo salir de un problema potencial.

El pensamiento concreto nos lleva a sentarnos y leer un libro, dar los pasos necesarios para cocinar, llamar al médico, realizar tareas.

Las formas de pensamiento tanto concretas como abstractas son esenciales para nuestro éxito y bienestar, y son indicadores de nuestra capacidad de recuperación.

Sin embargo, cuando estamos bajo presión, cuán bien rebotemos entre los patrones de pensamiento abstracto y concreto determinaremos qué tan bien logramos. Y, a menudo, usar nuestra imaginación para pensar más allá de las circunstancias en que nos encontramos puede ayudarnos a avanzar más fácilmente.

Creando Distancia Psicológica

El pensamiento abstracto también puede ayudarnos a crear distancia psicológica. Si nos imaginamos a nosotros mismos viviendo en el futuro, o en un escenario diferente al que estamos actualmente, o si miramos nuestras circunstancias desde la perspectiva de un observador distante, creamos una distancia emocional que nos ayuda a enfrentarlo.

Varios estudios indican que este tipo de distancia psicológica hace que sea más fácil lidiar con una tarea difícil al ayudarnos a tomar decisiones más acertadas, aumentar la creatividad y evitar que nos dirijamos a la parte profunda emocional cuando las cosas van mal.

Cuando tomamos una visión abstracta y nos vemos distantes o separados del problema, nos volvemos menos reactivos y más capaces de obtener información que necesitamos para enfrentarla.

Con este tipo de enfoque abstracto, somos libres de sacar de nuestra memoria y hacer asociaciones y conexiones aleatorias para innovar, crear, resolver problemas a través del desafío.

Al final, estamos haciendo más que construir fuertes paraguas en el piso del garaje. También estamos construyendo nuestra capacidad de recuperación.