Sobre la "irracionalidad" de las mujeres (y los hombres)

Entre los ejemplos más atroces del sexismo moderno está la noción de que las mujeres son irracionales. Aparentemente, esta noción todavía es lo suficientemente común como para ser declarada y debatida en Internet. Argumento que las acusaciones de irracionalidad son problemáticas de dos maneras: (1) se basan en un malentendido del papel de las emociones en la vida efectiva y (2) constituyen una negativa a comprender las realidades subjetivas de los demás, una comprensión que es crucial para construcción efectiva de relaciones y resolución de conflictos. Discutiré cada uno de estos problemas a continuación.

Un malentendido de las emociones
La idea de que las mujeres son irracionales a menudo se combina con la idea de que el pensamiento racional es superior a la emoción, que la razón conduce a decisiones sensatas y la emoción conduce a las malas. Esto no podría estar mas alejado de la verdad; la investigación ha demostrado que las personas no solo toman mejores decisiones cuando no están emocionalmente comprometidas; sin emociones, las personas no pueden tomar decisiones en absoluto. Por lo tanto, las emociones son fundamentales para la acción efectiva.

La filósofa Martha Nussbaum ha escrito sobre las emociones como formas de pensamiento inteligente, evaluaciones del estado de la vida actual a la luz de los propios objetivos. En esta perspectiva, las emociones positivas nos muestran que las cosas funcionan bien para nosotros y las emociones negativas nos muestran que algo anda mal en nuestras vidas. Este tipo de información es una guía crítica para una vida efectiva.

Esto está en contraste con una visión popular de las emociones como desordenada, difícil y disruptiva; como tales, deben mantenerse bajo control. Con esta mentalidad, muchas personas no están dispuestas a explorar sus propios sentimientos o los de los demás y, por lo tanto, tienen poca comprensión de los procesos emocionales propios o ajenos. Nuestra sociedad en particular priva a los hombres de oportunidades de expresividad emocional y comprensión.

La etiqueta "irracional" como un rechazo a comprender la realidad de otra persona
Típicamente, lo que las personas quieren decir con un comportamiento "irracional" es una demostración de una emoción fuerte en una situación en la que el observador no entiende por qué se justifica una emoción tan fuerte. Sin embargo, el hecho de que el observador no comprenda la emoción no significa que no tenga una explicación perfectamente razonable. La etiqueta "irracional" con demasiada frecuencia justifica y mantiene la ignorancia, ya que implica que el comportamiento es producto de una persona tan fundamentalmente rota o defectuosa que desafía -y aún no merece- la comprensión de cualquiera que sea razonable.

Las relaciones románticas son una arena donde las emociones se vuelven locas, al igual que los malentendidos de las emociones y las acusaciones de irracionalidad. Las relaciones románticas atraen emociones fuertes porque son relaciones de apego. Al igual que los niños, los adultos dependen de las relaciones de apego para la comodidad, la seguridad y el amor. La conciencia de momento a momento y la capacidad de respuesta a las necesidades de los demás son elementos de conexiones seguras entre los socios. Cuando un compañero siente que la seguridad de la relación se ve amenazada (por ejemplo, por un comportamiento que es desdeñoso o transmite indiferencia), él o ella puede responder con emociones fuertes: soledad, ira, dolor y decepción. Estas respuestas predecibles, si se sienten y se expresan con vehemencia suficiente, parecen irracionales de hecho.

Los trastornos emocionales son señales inteligentes sobre el curso de la vida y el estado de las relaciones más importantes. Invalidar la experiencia emocional de otra persona acusándolo de ser "irracional" equivale a negar el derecho de esa persona a la autodeterminación. Comprometernos con un concepto de nosotros mismos como "irracional" es invalidar nuestra propia experiencia emocional y perder los beneficios que nuestras emociones ofrecen como guías para crear una buena vida.