Los beneficios para el cerebro del ejercicio

La actividad física mejora las habilidades tanto mentales como físicas.

Evidencia de los beneficios para la salud del ejercicio se está acumulando. En el pasado, se hacía hincapié en los beneficios cardiovasculares de controlar el peso corporal y reducir la presión arterial. Los beneficios para el cerebro también son dignos de mención.

Crece las neuronas caminando

El cerebro maduro es altamente maleable, o “plástico”, al contrario de conclusiones anteriores influenciadas por la evidencia de los efectos permanentes de las lesiones cerebrales traumáticas.

Esta maleabilidad fue confirmada por un estudio de taxistas de Londres que aprendieron a navegar por las calles de la ciudad sin mapas o GPS y que fueron probados formalmente en “el conocimiento”.

Sus proezas de navegación produjeron la ampliación en un área del hipocampo asociada con la memoria espacial (1). Cuanto más tiempo condujeron un taxi, mayor fue el efecto, de modo que esto no fue solo una cuestión de personas con una habilidad espacial excepcional que se seleccionaron para la ocupación en primer lugar.

Los neurocientíficos canadienses produjeron algunas pruebas sorprendentes en apoyo de la idea de que el ejercicio estimula el crecimiento celular (2). Encontraron que el ejercicio voluntario aumenta en gran medida la proliferación de células madre en el giro dentado del hipocampo, por lo que un excursionista se beneficia de tener más células.

El hipocampo juega un papel clave en la formación de nuevos recuerdos y también está implicado en la resolución de problemas espaciales, como lo ilustra el estudio de los taxistas.

No es de extrañar que el ejercicio pueda mantenernos jóvenes ayudando a restaurar nuestro cerebro.

Envejecimiento y ejercicio

A menudo olvidamos que los músculos son una parte tan importante de la función cerebral como lo son los sistemas sensoriales. Si los sentidos son el estímulo, producen la respuesta.

Con esto en mente, la lógica de una mente sana en un cuerpo sano se vuelve convincente. Algunas pruebas confirmatorias se produjeron en un estudio que muestra que las personas educadas viven más que las que tienen menos educación. Una interpretación plausible de este hallazgo es que un cerebro bien ejercitado resiste el deterioro senil, posiblemente al tener un sistema circulatorio más robusto debido a las mayores demandas cognitivas que se le imponen (3).

La evidencia reciente muestra que la actividad física hace lo mismo para el sistema muscular. De hecho, los ciclistas que permanecieron activos en la mediana y la edad avanzada (55-79 años) no tenían evidencia de envejecimiento en su sistema muscular en comparación con los adultos jóvenes sanos (de 20 a 36 años de edad). Específicamente, no hubo pérdida de masa muscular ni de fuerza, cambios que solían considerarse consecuencias inevitables del envejecimiento.

Otro estudio reciente encontró evidencia bastante directa de una afirmación de Hipócrates hace unos 24 siglos de que el ejercicio es la mejor medicina para los humanos.

Beneficios para la salud de la estimulación cerebral a través del ejercicio

El hecho de que el ejercicio aumenta la producción de células madre en el hipocampo significa que podría contribuir a mejorar la función neuronal y cognitiva en los ancianos.

Un estudio de ciclistas encontró que el ejercicio afecta regularmente la producción de células inmunes conocidas como células T. Estos se producen en el timo (ubicado en el tórax) que normalmente se contrae a partir de los 20 años de edad aproximadamente, de modo que se producen menos células T. Entre los ciclistas, el timo continuó produciendo tantas células T como la de los jóvenes.

La forma en que el ejercicio produce estos efectos beneficiosos en el timo es poco conocida. Poco se sabe sobre el papel del sistema nervioso en la regulación de la función tímica. El sistema nervioso simpático, que es despertado por la actividad física, puede jugar un papel. Si eso es correcto o no, no debemos olvidar que el movimiento es el lado de salida del sistema nervioso y que el ejercicio físico siempre involucra la actividad del sistema nervioso central.

Conclusión

No necesariamente nos volvemos más frágiles y enfermos con la vejez. Por el contrario, los ciclistas mayores bien entrenados están en una posición mucho mejor para experimentar una edad avanzada saludable que sus contrapartes menos activas.

Quizás la implicación más importante de los efectos beneficiosos de la actividad física en el sistema nervioso es que ya no debemos colocar la actividad mental y la actividad física en diferentes categorías.

Una mente sana y un cuerpo sano son lo mismo, ya que los griegos y los romanos eran muy conscientes mucho antes de la Revolución Industrial.

De hecho, el ejercicio sintoniza el cerebro de maneras que promueven la creatividad y la resolución de problemas complejos, como se describe en una publicación anterior.

Referencias

1 Maguire, EA, Gadian, DG, Johnsrude, ES, Bien. CD, Ashburner, J. Frackowiac, RS y Frith, CD (2000). Cambio estructural relacionado con la navegación en los hipocampos de taxistas. Actas de la Academia Nacional de Ciencias, 97 (8), 4398-4403. Doi: 10: 1073 / pnas.070039597.

2 Olson, AK, Eadie, BD, Ernst, C. y Christie, BR (2006), el enriquecimiento ambiental y el ejercicio voluntario aumentan enormemente la neurogénesis en el hipocampo adulto a través de vías disociables. Hipocampo, 16: 250-260. doi: 10.1002 / hipo.20157

3 Molla, MT, Madans, JH y Wagener, DK (2004). Diferencias en la mortalidad de adultos y la limitación de la actividad por años de educación en los Estados Unidos a finales de los años noventa. Revisión de Población y Desarrollo. 30, 625-646.