Permiso para Crecer

Foto: Magnus Rosendahl

Hace unas semanas, estaba examinando las próximas conferencias que probablemente ampliarían mi conocimiento de todo lo relacionado con el blogging, cuando una en particular me llamó la atención: el renombrado SOBCon se llevaría a cabo en Portland, Oregón, este otoño.

Un evento al que siempre quise asistir en una ciudad que siempre quise visitar.

¿Cuánto más tentador podría ser esto? ¿Pero podría justificarlo?

No tuve problemas para sacar razones: ¿quién sabía cómo sería mi agenda en septiembre? ¿Qué pasa con el costo? ¿Estaba lo suficientemente lejos junto con mis ideas para que el viaje fuera útil?

Pero aunque el análisis de costo-beneficio no parecía tan claro, me encontré recordando algunas palabras de consejo del cofundador de LinkedIn, Reid Hoffman. En una guía de carrera llamada The Start-Up of You , Hoffman propone establecer un fondo de "Gente Interesante". La idea es asignar una cierta cantidad de dinero cada año para cultivar relaciones. De esta forma, cuando surja una gran oportunidad, es menos probable que te angusties si actúas o no. Usted ha identificado la prioridad. Ya has hecho el compromiso. Has establecido lo que los economistas del comportamiento llaman una buena "arquitectura de elección".

¿Por qué es esto tan importante? Porque cuantas más conversaciones tengamos, cuanta más gente conozcamos, más expandiremos nuestro universo de posibilidades. "No encontrará la buena fortuna accidental, no tropezará con las oportunidades que impulsarán su carrera hacia adelante, si está acostado en la cama", observan Hoffman y su coautor de puesta en marcha, Ben Casnocha. "Cuando haces algo , revuelves la olla e introduces la posibilidad de que ideas, personas y lugares aparentemente aleatorios colisionen y formen nuevas combinaciones y oportunidades".

Dejando las imágenes a un lado, esto tenía sentido. Mi decisión de repente pareció mucho más simple. Lector, me registré.

Solo un tiempo después se me ocurrió que ya sabía todo lo que Hoffman me estaba diciendo. Incluso escribí sobre esto más de una vez no hace mucho tiempo, sobre la magia de la causa y el efecto y la sabiduría de equivocarse en la conexión. Me di cuenta de que lo que necesitaba no era una guía sino una luz verde. Mi psique había visto que necesitaba un impulso y escaneé el paisaje para encontrarlo. El resultado: podía ignorar las voces de las dudas y hacer lo que sabía que era correcto.