Por qué ganar importa: Parte I

Una pregunta importante para hacer y responder en esta coyuntura crítica de la historia es si ganar es importante y realmente importa. A pesar de las opiniones variadas sobre el tema, convertirse en un ganador puede ser la cosa más importante que una persona puede hacer en la vida y tiene una gran importancia.

Tanto es así que ganar es la clave de una vida apasionada, productiva, decidida y próspera. Y, si se vuelve menos valorado en nuestras vidas, entonces podemos decir adiós a una pérdida catastrófica de talento humano sin explotar y capacidad que nunca saldrá a la superficie para beneficiar a la humanidad o permitir a las personas experimentar lo mejor que pueden ser.

¿Qué es exactamente ganar de todos modos? En el contexto de este post definiremos ganar como el logro de un objetivo premeditado. En otras palabras, ganar es tener éxito y viceversa. Obviamente, hay una gran cantidad de margen de maniobra en esta definición para girarla de un millón de formas, pero lo que es crítico es que ganar se trata de completar un ciclo de acción determinado con un resultado previsto específico.

Entonces, ¿por qué es tan importante ganar?

Primero, nacemos para ganar. Tenemos un instinto primordial que nos impulsa a lograr. Ese impulso es lo que hay detrás de cada pensamiento y acción. Es lo que inicia cada momento de nuestras vidas. Vemos esto, por ejemplo, incluso en las conversaciones más comunes. ¿Alguna vez has escuchado a alguien decir que no puede esperar a levantarse al día siguiente para fallar? Todo lo que escuché es cuán cansados ​​están las personas de ser menos de lo que saben que son capaces de ser y cuánto desean más éxito y satisfacción.

Solo tómese un momento para ver que esto es cierto para usted. Donde sea que solo detenga lo que está haciendo, disminuya deliberadamente la velocidad y observe sus pensamientos e impulsos. Verás que todos tienen algo que ver con completar un ciclo de acción que finaliza en un objetivo deseado. El objetivo no importa. Podría ser algo tan simple como limpiar la cadena de bicicletas para un próximo triatlón, comprar vitaminas, o tan complejo como preparar una escalada en el monte. Everest. El punto es que nacemos para perseguir y alcanzar objetivos, ya que esa es la forma en que la naturaleza nos diseñó.

Y, si renunciamos a perseguir nuestras metas y ambiciones, equivale a darle la espalda a nuestros talentos de nacimiento y al privilegio de la vida. Por lo tanto, una de nuestras obligaciones más altas y más honorables es que seamos ganadores.

Hay una razón por la cual se nos dan cerebros y cuerpos, y eso es para que se unan para crear y manifestar los éxitos de nuestra vida. El cerebro determina el plan y establece el rumbo de la brújula mental para lograr nuestros objetivos y es el cuerpo bajo el control del cerebro el que inicia los pasos de acción para alcanzar el resultado.

Si no usamos nuestro cerebro y cuerpo según lo previsto y no están comprometidos y desafiados a objetivos específicos con regularidad, se atrofiarán y dejarán de funcionar como se diseñaron al igual que un músculo no utilizado se reduce cuando no se estimula con la fuerza o con la frecuencia suficiente.

Ganar también juega un papel vital e importante al convertirnos en un individuo completamente manifestado y actuado. Otro giro en el impulso humano para ganar, como se mencionó anteriormente, es que todos estamos cableados con un vacío psíquico y un impulso insaciable para llenar lo que llamo "el vacío".

El vacío es ese agujero negro dentro de nosotros que anhela llenarse. Todos lo hemos experimentado. Es ese lugar donde sentimos y sabemos que algo falta en nuestras vidas, pero parece que no podemos entenderlo, y mucho menos saber cómo llenarlo. Y, es posible que incluso hayamos tratado de llenarlo con indulgencias fuera de nosotros mismos. Estos intentos siempre se quedan cortos.

Ganar también crea nuestro legado de vida. Una vida llena de logros personales se basa en cada éxito hasta el punto en que ganar se convierte en la norma en lugar de la excepción. Parte de nuestro legado es dejar uno que podamos recordar con orgullo sabiendo que acogimos y cultivamos nuestros talentos y oportunidades al máximo.

Pero quizás el aspecto más importante de ser un ganador es lo que confiere a los demás. El mensaje para llevar a casa para aquellos que ven nuestras victorias es que pueden convertirse ellos mismos en ganadores. Si podemos hacerlo, entonces pueden hacerlo. Cada éxito que tenemos es una confirmación directa para ellos de que tener una vida exitosa y productiva es posible cuando los pasos correctos para alcanzar los objetivos se realizan de manera oportuna y con plena convicción.

POR FAVOR, COMPRUEBE DE NUEVO EN UNOS DÍAS PARA LEER LA PARTE 2 DE "POR QUÉ GANAR LA MATERIA". ESTARAS CONTENTO DE HABERLO HECHO