Por qué odiamos no terminar Lo que comenzamos

¿Por qué nuestros cerebros recuerdan las cosas que no hemos hecho más de las que hemos logrado? Parece que nuestros cerebros tienden a recordarnos constantemente lo que podríamos haber hecho.

Según el "Efecto Zeigarnik", es mucho más probable que recuerde tareas incompletas que una que haya completado. En un estudio de 1927, la psicóloga rusa Bluma Zeigarnik pidió a los sujetos que completaran una serie de tareas. Durante algunas de las tareas, los sujetos fueron interrumpidos antes de que pudieran terminar. Cuando se les preguntó más tarde sobre las tareas, recordaron las tareas durante las cuales fueron interrumpidas a una tasa mucho más alta que las que pudieron completar.

Resulta que el cerebro tiene una poderosa necesidad de terminar lo que comienza. Cuando no puede completar algo, se queda atascado en él. Pensamientos intrusivos sobre lo que no podríamos terminar pueden aparecer en nuestras cabezas como una forma de recordarle al sistema cognitivo que algo necesita ser completado. Esto puede incluir cerrar los problemas (James y Kendell, 1997).

El Efecto Zeigarnik también puede explicar por qué lamentamos cosas que no hicimos , incluso más de lo que lamentamos las cosas que hicimos. En otras palabras, recordamos "omisiones lamentables " más de lo que recordamos "comisiones lamentables " (Savitsky, Medvec y Gilovich, 1997). Esto también puede explicar por qué cuando nos aflijimos, nos enfocamos más en las cosas que no dijimos o que no hicimos con alguien que perdimos más de lo que experimentamos con ellas.

Esto también puede explicar por qué los momentos culminantes de la televisión nos atrapan: nuestro cerebro realmente necesita que esas historias se completen. Esto puede explicar, en parte, por qué los fanáticos de la serie Lost se molestaron cuando algunas de las preguntas críticas de la serie quedaron sin respuesta al final. Tendemos a no gustarnos de lo ambiguo: el cerebro quiere que las cosas lleguen a un final completo.

Entonces: vaya y cree el final de algo, ya sea para cerrar un evento simbólico, escribir su propio final o realizar una tarea.

James, IA y Kendell, K. (1997). Procesamiento inacabado en los trastornos emocionales: el Efecto Zeigarnik. Behavioral and Cognitive Psychotherapy , 25 (4): 329-337.

Savitsky, Medvec y Gilovich (1997). Recordar y lamentar: el efecto Zeigarnik y la disponibilidad cognitiva de acciones e inacciones lamentables. Boletín de Personalidad y Psicología Social ,   23 (3): 248-257.

Zeigarnik, BV (1927). Über das Behalten von erledigten und unerledigten Handlungen (La retención de actividades completadas e incompletas), Psychologische Forschung, 9: 1-85.

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