Recreo escolar: una nueva investigación revela oportunidades perdidas

Un nuevo estudio se centra en el recreo.

“Si el entorno del patio de recreo es uno en el que ocurren conductas intimidatorias y antisociales, se hace difícil afirmar que este entorno contribuye inherentemente a la salud social, emocional y cognitiva“. – Autores de la investigación

Cuando se le preguntó: “¿Cuál es tu asignatura favorita?”, No es sorprendente que los niños sonrían y digan “Recreo”, ya que suelen correr y estar afuera, a menudo sin supervisión. Pero, ¿estamos realmente utilizando el recreo a su máximo potencial de crecimiento? Investigadores recientes dirían que no, que hay espacio para crecer. Fueron a más de 500 escuelas primarias que cubren 22 localidades urbanas y buscaron no solo observar sino desarrollar una herramienta para maximizar el aprendizaje en el patio de recreo.

El poder del patio de recreo

BMC Public Health publicó los hallazgos, que aclararon las oportunidades que nos faltan al simplemente dejar que los niños se vuelvan locos durante el recreo. Identificaron áreas específicas, que nosotros (como profesores, profesionales, administradores escolares) podemos hacer algunos ajustes y producir no solo crecimiento físico, sino también ganancias mentales, emocionales y sociales. Sugirieron que el recreo también pueda enseñar:

  • Conducta prosocial. El patio de recreo puede enseñar cooperación, turnos, resolución de conflictos y amistad. En este estudio de 2018, los autores sugieren hacer preguntas como: ¿Los niños tienen la oportunidad de participar en actividades que les gustan? ¿Pueden los niños resolver conflictos de manera amistosa solos? ¿Están aprendiendo habilidades sociales clave? Por ejemplo, el año pasado leí sobre el “Banco de amigos”, donde las escuelas los colocaban en el patio de recreo y si un niño necesitaba un amigo, él o ella se sentaron allí y alguien se uniría a él o ella. Simple pero tremendamente positivo. Por supuesto, es más complejo que agregar un banco, pero lo que ilustra es que las soluciones no tienen que romper el banco. (Este estudio también creó una herramienta de evaluación de 17 puntos).
  • Positive Role-Modeling. Este estudio sugiere que hacer que los adultos jueguen junto a los niños, incluso si es algunas veces a la semana, puede tener resultados muy positivos. Los profesores o asistentes pueden ayudar a los niños a recuperarse de perder un juego, resolver conflictos de forma amistosa e incluir a otros cuando juegan, incluso si son diferentes de usted. Como la intimidación, en mi experiencia, sigue siendo el problema número uno en el patio de recreo, la participación adicional de adultos comprensivos puede ayudar a disminuir esta epidemia en todo Estados Unidos.
  • Juego cooperativo. El juego cooperativo es cuando se juega un juego, pero todos ganan al trabajar juntos. Por ejemplo, utilizo el juego de mesa “Carrera al tesoro” en mi oficina y es un “juego de juego cooperativo” que enseña a los niños a trabajar juntos, lo que es especialmente útil para la primera infancia (K-5). Investigaciones previas recomiendan incorporar la idea del juego cooperativo al recreo, lo que aumenta la calidad del recreo para los niños. Esta no es una noticia nueva, pero se destacó una vez más en la discusión de este estudio.

Recreo: ¿Hace el grado?

La investigación de hoy revela que el recreo, aunque es un momento para el ejercicio físico, también es un momento privilegiado para ayudar a los niños a cooperar, resolver conflictos de manera amistosa y aprender habilidades de salud emocional y social. Por supuesto, hay más factores para una experiencia de recreo positiva, como el nivel de compromiso de los adultos y la calidad del equipo de juego (por seguridad y variedad), pero hoy más que nunca los niños necesitan entrenamiento emocional dentro y fuera del aula en la escuela. Pregúntele a cualquier padre cuyo hijo haya sido intimidado y con frecuencia sucedió en el patio de recreo poco vigilado. Entonces, transformar el patio de recreo en algo más positivo es lo que las escuelas centradas en el bienestar están haciendo, y así elevar una nueva generación de niños emocionalmente más sanos, un juego de kickball a la vez.

Referencias

Estudie en BMC Public Health por William V. Massey, Megan B. Stellino, Sean P. Mullen, Jennette Claassen y Megan Wilkison (2018). Enlace: https://bmcpublichealth.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12889-018-5295-y#Declarations

Materiales ubicados en https://www.greatrecessframework.org/