Hace algunas semanas, estaba dando un taller sobre atención plena en un centro local de crisis por violación. A medida que hablamos acerca de qué prácticas de atención plena podrían ser útiles con el trauma, tuve algunas ideas nuevas sobre cómo adaptar la práctica de Touch Points para las víctimas de violación y las personas que han sufrido abusos físicos.
La concentración, o lo que los investigadores llaman "atención centrada", es la base de la meditación y la piedra angular de la atención plena. Puede servir como un ancla cada vez que estamos angustiados o abrumados. Touch Points es una excelente herramienta para desarrollar concentración, conciencia del momento presente y una sensación de seguridad y confort en el cuerpo. Al establecer la conciencia en el cuerpo, a su vez ayuda a calmar la mente. Debido a que la atención se centra en la periferia del cuerpo, por lo general es una buena práctica para aquellos con antecedentes de trauma. En la práctica tradicional de Touch Points, llamamos la atención sobre los lugares donde el cuerpo está tocando: los párpados tocándose, los labios tocándose, las manos tocándose, los huesos tocándose, las rodillas tocándose y los pies tocándose. En momentos en que se necesita más estabilidad, también es efectivo comenzar con los pies, darse cuenta de que los pies están tocando el suelo, las rodillas se tocan, los huesos están tocando, las manos se tocan, los labios se tocan y los párpados se tocan. Esta variación es paralela a un concepto básico en yoga, que comienzas tu práctica cerca del suelo.
Sin embargo, para las personas que han sido abusadas física o sexualmente, a veces la palabra "tocar" puede desencadenar recuerdos traumáticos, que no es lo que el terapeuta desea al introducir la atención plena en la psicoterapia. Si su paciente se está recuperando del abuso, intente usar la siguiente variación, omitiendo la palabra "tocar".
Colabora con tu paciente para ver qué es efectivo. Dependiendo de la naturaleza del abuso o asalto, está bien mantener el enfoque solo en los pies, sentir el cuerpo anclado y conectado a tierra, y no moverse a otras partes del cuerpo. Como con cualquier práctica, escuche los comentarios de su paciente y adapte la práctica para apoyar la seguridad y la recuperación.
Susan Pollak, MTS, Ed.D., coautora del libro Sentando Juntos: Habilidades Esenciales para la Psicoterapia Basada en la Atención, (Guilford Press) es un instructor clínico en psicología en la Facultad de Medicina de Harvard.