Alimentar a pacientes pediátricos críticamente enfermos

Los pacientes críticamente enfermos son extremadamente vulnerables; pacientes pediátricos críticamente enfermos, aún más. Una miríada de factores puede afectar su condición. De todas las posibles consideraciones, podría parecer que la alimentación sería una de las más directas. Pero la nutrición, particularmente entre esta población, es bastante compleja. Y, hasta hace poco, carecíamos de la investigación exhaustiva necesaria para establecer pautas, ofrecer la nutrición adecuada y, en última instancia, mejorar los resultados para estos pacientes jóvenes. Afortunadamente, ese ya no es el caso.

A principios de este año, en la Semana de Nutrición Clínica de la Sociedad Estadounidense de Nutrición Parenteral y Nutricional Enteral, asistí a una presentación que mostraba los hallazgos de un grupo de trabajo nacional, presidido por el Dr. Nilesh Mehta del Hospital Infantil de Boston, que realizó una primera visita. revisión amable y exhaustiva de la literatura sobre la importancia de la terapia de soporte nutricional en casos que involucran a pacientes pediátricos críticamente enfermos (personas de entre un mes y 17 años de edad). Esta investigación allanó el camino para las recientemente publicadas Pautas para la provisión y evaluación de la terapia de soporte nutricional en pacientes pediátricos en estado crítico: Sociedad de Medicina de Cuidados Críticos y Sociedad Americana de Nutrición Parenteral y Enteral, que acaba de publicarse esta semana.

La Sociedad Estadounidense de Nutrición Parenteral y Enteral y la Sociedad de Medicina de Cuidados Críticos encabezaron el desarrollo de estas pautas. Este equipo analizó más de 2,032 citas de relevancia relacionadas con el soporte nutricional pediátrico, específicamente mirando los datos para pacientes pediátricos en estado crítico con una estadía mayor de dos o tres días en una unidad de cuidados intensivos pediátricos (UCIP), admitiendo servicios médicos, quirúrgicos, y pacientes cardíacos.

Entre otras cosas, la investigación encontró que:

  • Existe una brecha significativa en las intervenciones nutricionales adecuadas, particularmente entre los pacientes desnutridos. Esto es profundamente preocupante ya que la malnutrición se asocia con resultados clínicos adversos que incluyen períodos más largos de ventilación, un mayor riesgo de infección hospitalaria, una UCIP y una estancia hospitalaria más prolongadas, y un aumento de la mortalidad.
  • La intervención temprana hace la diferencia. Los pacientes que reciben una intervención nutricional de manera oportuna pueden beneficiarse más de la terapia. Las nuevas directrices recomiendan que los pacientes de PICU se sometan a una evaluación nutricional detallada dentro de las 48 horas de su ingreso en el hospital.
  • El momento y el método de entrega de nutrientes es importante. Las nuevas pautas ofrecen estrategias para optimizar la nutrición enteral (alimentación por sonda) durante una enfermedad crítica. La investigación también señala los beneficios de un enfoque tardío a la nutrición parenteral (alimentación intravenosa).
  • Un equipo experto en apoyo nutricional es un diferenciador clave. Uno que incluya un dietista dedicado debe estar disponible en la PICU para facilitar la evaluación nutricional oportuna, y la entrega de nutrientes óptima y el ajuste al plan de nutrición del paciente a medida que cambian las situaciones clínicas.

El monitoreo continuo es crítico para evitar la sobrealimentación o sobrealimentación calórica involuntaria. Los pacientes están en riesgo de deterioro nutricional durante la hospitalización, lo que puede afectar negativamente los resultados clínicos. Las nuevas pautas, por lo tanto, sugieren que el estado nutricional de los pacientes se reevalúe al menos semanalmente durante la hospitalización.

Determinar cuánta nutrición se necesita es un factor importante. Por ejemplo, la ingesta óptima de proteínas está estrechamente relacionada con los resultados clínicos positivos. Las nuevas directrices proporcionan recomendaciones sobre la ingesta mínima de proteínas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no se recomienda el uso de valores RDA (asignación diaria recomendada) para orientar la prescripción de proteínas en pacientes pediátricos críticamente enfermos; estos fueron desarrollados para niños sanos y a menudo subestiman las necesidades de proteínas durante una enfermedad crítica.

Para la mayoría de nosotros, obtener alimento ocurre casi sin consideración. Pero para pacientes pediátricos gravemente enfermos, se requiere una atención cuidadosa. Estas nuevas pautas garantizarán que estos pacientes jóvenes reciban los nutrientes que necesitan, lo que les permitirá estar en el camino hacia la recuperación. Ya sea que pertenezca al equipo médico que brinda atención o es un padre que defiende a su hijo, estas pautas pueden ayudar a mantenerlo a usted y a sus seres queridos en buen estado de salud.

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