Aprendiendo sobre la supervivencia de la ardilla

Los humanos a menudo no tenemos más que desprecio por los animales comunes que encontramos en la ciudad constantemente bajo los pies. Se piensa que los mapaches, las ratas, las palomas y las ardillas son "plagas" y que la mayoría de los habitantes de la ciudad los consideramos más molestos que cualquier otra cosa.

Pero lo que a menudo no vemos es que estos cohabitantes de nuestro mundo son supervivientes increíbles. Si bien podemos encontrar una jirafa o un león más exótico y emocionante, no vemos que las palomas y las ardillas no solo han sobrevivido en un ambiente antinatural y duro, sino que han prosperado, adaptado y vivido durante generaciones entre nosotros.

La ardilla,

por ejemplo, es uno de los mamíferos más ampliamente diseminados en el mundo, que se encuentra en todos los continentes a excepción de la Antártida y Australia, incluso viviendo en el Himalaya. Entonces, ¿qué podemos aprender de una criatura como la ardilla sobre la adaptación y la supervivencia? Ciertamente, parte de su capacidad de adaptación proviene de una elasticidad fenomenal de su cuerpo. Pueden saltar un lapso de 10 veces la longitud de su cuerpo, rotar sus tobillos 180 grados, regular el calor corporal con la cola y tener una increíble agudeza visual completa con gafas de sol incorporadas para reducir el deslumbramiento.

Pero el éxito de la ardilla no se debe solo a sus dones físicos. Resulta que las ardillas no solo son hábiles para manipular objetos sino también entre sí. Son sociables, habladores, se quejan entre sí y anidan comunalmente como clanes matrilineales multigeneracionales. Incluso se saludan al final del día con algo parecido a un beso. Las ardillas, resulta que son notablemente similares a los primates, lo que los hace sorprendentemente similares … bueno, a nosotros.

Aún más notable, las ardillas también han sobrevivido porque tienen la capacidad de aprender mirando a los demás, no solo a otras ardillas, sino también observando a otras especies. Las ardillas han aprendido a cruzar la calle de forma segura, por ejemplo, esperando a la gente en la acera y cruzando cuando cruzan. En otras palabras, no solo nos han descartado como las "pestes" ruidosas, contaminantes y dominantes que somos, sino que observaron nuestro comportamiento y aprendieron lo que pueden sobre hacer y sobrevivir en su / nuestro entorno. Quizás si somos inteligentes, este es un rasgo que podríamos adaptar de las ardillas. Quizás podamos sobrevivir un poco más si miramos alrededor y vemos cómo ellos, y otros, pueden ofrecernos algo para aprender.

AP Photo / The Wyoming Tribune Eagle, Michael Smith