Cuatro formas de sentirse mejor consigo mismo

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Los datos de mi encuesta de bienestar revelaron que las autoestimaciones positivas (que surgen de la autoestima, la autoaceptación y la autoestima, entre otras cosas) fueron el mejor predictor de la felicidad, incluso más que otros 19 procesos emocionales que incluyen gratitud y fuertes relaciones personales.

¿Por qué las autoestimaciones positivas son esenciales para el bienestar? Porque estas vistas no solo afectan cómo nos sentimos; también afectan nuestros pensamientos y comportamientos. Cuando nos sentimos mal con nosotros mismos, actuamos inconscientemente de manera que terminamos confirmando nuestras creencias. Por ejemplo, si sentimos que no somos lo suficientemente buenos para una buena relación, un buen trabajo o estabilidad financiera, dejamos de perseguir estos objetivos con la intensidad requerida para alcanzarlos, o nos saboteamos a nosotros mismos en el camino.

Entonces, ¿cómo salimos de este ciclo negativo? A continuación, destaco cuatro maneras en que puede comenzar a promover puntos de vista positivos y comenzar a cambiar los patrones de su vida.

1. Encuentra tus necesidades

Cuando no nos sentimos bien con nosotros mismos, es fácil pensar que hay algo fundamentalmente malo en nosotros; se siente profundamente arraigado e inmutable. En realidad, sin embargo, es posible que no hayamos aclarado (y luego perseguido) exactamente lo que nos haría sentir como una persona que podríamos amar.

Las personas tienden a sentirse mal consigo mismas cuando se sienten impotentes para satisfacer sus necesidades, por lo que puede comenzar este proceso averiguando cuáles son sus necesidades. Pero tenga cuidado: es importante que no comience a exigir que las personas en su vida cumplan con todas sus necesidades. Por el contrario, aclare por sí mismo lo que necesita. ¿Qué personas, lugares o experiencias son imprescindibles para vivir una vida plena? ¿Qué aspectos de tu vida, si se eliminan, te dejarían sin sentido de propósito? Realmente piense detenidamente sobre esto y trate de no considerar las necesidades de los demás en este momento.

Tenga en cuenta que cada persona tiene diferentes necesidades. Por ejemplo, muchas personas sienten que necesitan tener hijos; esta es una de esas cosas que deben hacer en esta vida para sentirse completos. Otras personas necesitan viajar. Personalmente, necesito amar lo que hago para ganarme la vida. Sin esto, mi vida no tendría sentido para mí. Pero todos son diferentes.

Si tiene dificultades para descubrir sus necesidades, simplemente reflexione sobre los momentos de su vida en los que no estaba prosperando. ¿Lo que faltaba?

2. Vive auténticamente

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Ya descubriste tus necesidades, ¿verdad? Si se satisfacen sus necesidades, este paso es fácil. Solo téngalos en cuenta, y no se aleje demasiado de vivir una vida auténticamente suya.

Pero, ¿qué pasa si tus necesidades no se cumplen? Debe comenzar a pensar en cómo comunicará sus necesidades, cómo comenzará a crear una vida que satisfaga sus necesidades y qué hará si las personas en su vida no pueden satisfacer esas necesidades.

Este paso fue realmente difícil para mí. Descubrí que algunas de mis necesidades básicas no se estaban cumpliendo. En muchos sentidos fue más fácil seguir el flujo que ser más directo sobre exactamente lo que necesitaba y qué sucedería exactamente en el futuro si no se satisfacían esas necesidades. Dibujé algunas líneas de miedo en la arena y me clarifiqué exactamente cuáles eran mis interruptores: rompieron el trato con mis amistades, mi matrimonio y mi vida laboral. Al mismo tiempo, descubrí que había estado presionando para satisfacer mis necesidades, a pesar de que no eran tan importantes. Entonces volví a priorizar, centrarme, aprendí a comunicar mis necesidades con sinceridad y dejo que todo lo demás funcione.

Es curioso cómo defenderse a sí mismo y vivir una vida auténticamente suya genera autoestimaciones positivas. Ahora tengo puntos de vista más positivos de mí mismo porque presioné por lo que me importa. Fue aterrador ponerme primero, pero valió la pena.

3. Perdónate a ti mismo

Ahora que comprende sus necesidades y tiene un plan para hacerlas conocer, está en camino a sentir esa sensación de seguridad en sí mismo que proviene de tener control sobre su propia vida. Te estás moviendo en la dirección correcta. Pero, ¿qué hay de los errores del pasado? Ya sabes, esas cosas de las que no estás tan orgulloso? Casi todos han dicho algo hiriente, han olvidado un evento importante o han traicionado a alguien que aman.

Debemos recordar que nuestros errores no nos definen. No nos hacen buenas personas o malas personas. Si aprendemos y crecemos de ellos, entonces nos hacen mejores personas. Para desarrollar una autoestima positiva, debes tener en cuenta que todos cometemos errores. Perdónate, sé compasivo contigo mismo y date crédito por tratar de no cometer los mismos errores otra vez.

4. Celebra tus peculiaridades

Cada uno de nosotros es único. Cuando apreciamos nuestras excentricidades y celebramos nuestros defectos, comenzamos a desarrollar un profundo amor por nosotros mismos tal como somos. En lugar de centrarnos en todas las cosas que están mal con nosotros, la auto-celebración nos permite obtener una profunda satisfacción de ser únicamente nosotros. Practique la auto-celebración disfrutando de su risa incómoda o burlándose de su incapacidad para recordar los nombres de las personas. O puede hacer lo que yo hago, y sonreír a lo grande para que las fotos muestren mi diente de dólar.

Mientras celebra sus peculiaridades, no se olvide de seguir creciendo. Mantenga sus ojos y oídos abiertos a las personas en las que confía. Escucha cuando te dicen que tienes trabajo que hacer contigo mismo. No te hace mal, solo humano. Las personas que te importan serán las que te ayuden a distinguir entre los defectos que necesitan aceptación y los defectos que deben corregirse. (Recuerde, usted también quiere que los demás satisfagan sus necesidades). Esta parte es crucial, y nos impide deslizarnos del amor propio y la complacencia.

En resumen, al cambiar sus puntos de vista sobre usted mismo, puede cambiar su vida.

Este artículo fue publicado originalmente en la revista Greater Good.