Deportes y el apretón de manos posterior al juego

Roy Luck, CCL
Fuente: Roy Luck, CCL

Recientemente he estado pensando en la práctica de estrechar la mano de un oponente después de un juego, y me pregunto si, como lo expresaron Randolph Feezell y Craig Clifford en Sport and Character , "… al final del juego, deberíamos siempre, sin excepción, ¿intentas estrechar la mano de nuestros oponentes? (p.36) "

En 2013, la Asociación Atlética de la Preparatoria del Estado de Kentucky aconsejó a las escuelas que eliminaran el apretón de manos posterior al juego debido a la ocurrencia de peleas y otros conflictos físicos. Sin embargo, según mi propia experiencia, la práctica continúa y creo que es algo bueno.

Sin embargo, mi intuición es decir que puede haber excepciones moralmente justificadas a esta práctica. Por ejemplo, como jugador, parece que estaría justificado abstenerme de esta práctica si un oponente ha lastimado intencionalmente a uno de mis compañeros de equipo. O si un oponente siempre muestra profunda falta de respeto por el juego, los oficiales y sus oponentes, ¿hay algo poco sincero en sacudir su mano después del juego?

O tome un caso que es menos claro, pero en el que he estado pensando últimamente por motivos personales. Como entrenador en deportes juveniles, ¿estoy obligado a darle la mano a mi entrenador oponente si él o ella pasa todo el juego reprendiendo a sus propios jugadores (y al mío), criticando al árbitro y participando en otros patrones de comportamiento irrespetuoso?

También se podría pensar que el apretón de manos posterior al juego no es solo respeto por el oponente, sino respeto por el juego mismo. Si esto es cierto, entonces es importante sacudir la mano de un oponente después del juego, incluso si el oponente ha mostrado un comportamiento antideportivo. Como entrenador, siempre he tenido mis jugadores alineados y se dan la mano después del juego. A veces, nuestros oponentes pasarán por la línea y retirarán su mano y no darán la mano. No toleré este comportamiento en mi equipo, y siempre les ordeno que muestren buen espíritu deportivo incluso si sus oponentes no lo hacen.

La cuestión de fondo es esta: ¿el respeto que se comunica a través del apretón de manos posterior al juego depende en cierto sentido de cómo se comporta el oponente? Si es así, ¿hay momentos en los que es apropiado abstenerse de esta tradición? ¿Qué piensas?