El bostezo contagioso está cableado

Probablemente no sorprenda que bostezar sea contagioso. Si escuchas o ves a alguien bostezar, es muy probable que quieras bostezar. Más específicamente, el bostezo contagioso es un tipo de ecofenómeno en el que las acciones se imitan sin conciencia. Además, el bostezo contagioso no solo se observa en humanos, sino en chimpancés, monos y perros.

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Fuente: Nadezhda Ivanova / 123RF

En un estudio de 2017 publicado en Current Biology , Brown y sus coautores emplean la estimulación magnética transcraneal (TMS), un procedimiento no invasivo que utiliza un campo magnético para activar el cerebro, para descubrir una base neuronal para el bostezo contagioso. Cabe destacar que TMS se ha utilizado para tratar la depresión, la ansiedad, la psicosis y otras afecciones.

Hipótesis

Se ha formulado la hipótesis de que el bostezo contagioso está relacionado con la desinhibición del sistema de neuronas espejo (MNS), que es un grupo de neuronas que reflejan las acciones y comportamientos de otras personas. El MNS desempeña un papel en la cognición social, la comprensión, el lenguaje, la empatía y la sincronización de comportamientos, además de diferentes trastornos neuropsiquiátricos. Sin embargo, cuando se evaluaron mediante estudios de imágenes cerebrales, esta hipótesis recibió un apoyo mixto.

Alternativamente, se hipotetiza que el bostezo contagioso y otros ecofenómenos están relacionados con las diferencias individuales en el equilibrio entre la excitabilidad motora y la inhibición fisiológica dentro de la corteza motora primaria. Brown y sus colegas probaron esta segunda hipótesis.

Diseño del estudio

Los investigadores mostraron 36 videos adultos de personas bostezando. El período de visualización se dividió en cuatro bloques. Durante estos bloques, se les pidió a los participantes que bostezaran libremente o reprimieran sus bostezos. Los participantes se grabaron de modo que la cantidad de bostezos completos y sofocados se pudiera contar posteriormente. A los participantes también se les pidió que registraran su necesidad actual de bostezar.

Durante el experimento, TMS se usó para medir la excitabilidad cortical motora. Durante los dos últimos bloques, los participantes recibieron estimulación eléctrica transcraneal en la corteza. Esta estimulación aumentó la necesidad de los participantes de bostezar.

Recomendaciones

En general, los investigadores encontraron "que la variabilidad individual en la propensión al bostezo contagioso está determinada por la excitabilidad cortical y la inhibición fisiológica en la corteza motora primaria". En otras palabras, la propensión a entablar un bostezo contagioso está conectada al cerebro del individuo. Además, las mediciones TMS de la excitabilidad motora y la inhibición fisiológica se pueden utilizar para predecir el bostezo contagioso y representaron aproximadamente la mitad de la variabilidad en el bostezo contagioso.

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Fuente: bruno135 / 123RF

Los investigadores también demostraron que recibir instrucciones para resistir el impulso de bostezar en realidad resulta en más bostezos. Esta instrucción también da como resultado que se sofoquen más bostezos que completamente expresados.

Notablemente, aunque los investigadores encontraron que las medidas de TMS de excitabilidad cortical e inhibición fisiológica son predictores de la propensión a bostezar, no impulsan la necesidad de bostezar, lo que puede indicar el papel de las áreas cerebrales aguas arriba, como la corteza insular anterior y el cíngulo área del motor.

Trascendencia

Los hallazgos de este estudio ayudan a los científicos a comprender mejor la conexión entre la excitabilidad motora y los ecophenómenos. Se han observado ecofenómenos en diversas enfermedades neurocognitivas, que incluyen epilepsia, síndrome de Tourette, autismo y demencia, todas relacionadas con un aumento de la excitabilidad cortical y una disminución de la inhibición fisiológica. Armados con este conocimiento, los expertos algún día podrán revertir la patología de tales afecciones usando tratamientos TMS personalizados para equilibrar las redes cerebrales.

En un comunicado de prensa, Stephen R. Jackson (uno de los autores del estudio) afirma lo siguiente:

"Si podemos entender cómo las alteraciones en la excitabilidad cortical dan lugar a trastornos neuronales, podemos revertirlos. Estamos buscando posibles tratamientos personalizados, no farmacológicos, que usen TMS que puedan ser efectivos para modular desequilibrios en las redes cerebrales ".