El regalo más autoafirmante que puedes darte

¿Qué es lo que anhelas decirte?

La tiranía de nuestras listas de tareas (incluida la implacable llamada a la superación personal) puede distraernos fácilmente de lo que más importa. Atado a la rutina de las demandas internas y externas, perdemos de vista cuáles pueden ser las dos preguntas más importantes que debemos hacernos:

¿Cuáles son mis anhelos persistentes?

¿Qué me trae el significado más profundo y el sentido de gratificación?

Evitar estas preguntas crea una cascada de consecuencias preocupantes; tensión, impaciencia, pérdida de alegría y un tono gris de nuestro mundo. Pero hay un acto de autocuidado que casi inmediatamente agrega significado, color y calidez a nuestras vidas. Este post te enseñará esa práctica.

Todos nosotros experimentamos tiempos cuando nos sentimos con un sentido de significado más rico; satisfacción, diversión con sus seres queridos y con nosotros mismos, y ese sentido raro pero delicioso de la comodidad interna profunda. A veces hay momentos de gratificación sin nombre y sin palabras que no nos tomamos el tiempo para saborear o descifrar por completo.

En otros momentos puede haber una sensación de tristeza, insatisfacción y anhelo. Es fácil experimentar esos sentimientos como una indicación de algún tipo de falla personal, pero de hecho, son al revés: son la llamada a una vida más rica y amplia. Cuando presionamos repetidamente el botón de repetición en ese anhelo, sentimos una sensación de llanura; un vacío ansioso debajo de la superficie contamina nuestros días.

Cuando prestamos atención a los mensajes que nos brindan esos momentos de anhelo o gratificación profunda, iniciamos una cascada positiva de consecuencias; una sensación de alivio, gratitud, generosidad y facilidad. Cuando nuestros anhelos y nuestras alegrías se sienten finalmente dignificados por nosotros, se inicia un círculo virtuoso de amor propio. Este es un regalo que podemos darnos a nosotros mismos, y cuando lo hacemos, somos más capaces de disfrutar y hacer crecer el amor en nuestras vidas.

La siguiente práctica simple toma solo unos minutos, pero ayuda a activar la cascada positiva de sentimientos y experiencias que trae el amor propio.

Pruebe esta práctica después de un período de inactividad, cuando no se sienta apresurado, tal vez con una taza de té o café. Tómese unos minutos para descansar y reflexionar sobre las ondas de sentimientos que existen, sin importar cuáles sean. A medida que comienzas a sentir los sentimientos que surgen, mira si puedes ponerles palabras.

Ahora hágase estas dos preguntas:

¿Cuáles son las alegrías diarias de la vida que significan más para ti? ¿Qué cosas en tu vida cotidiana te dan la mayor sensación de significado personal, de verdadera gratificación? La clave aquí no es adivinar sus respuestas. Si algo se siente cierto en este momento, acéptelo. ¿Cómo sería tu vida si aceptaras, honrases y dignificaras esas alegrías? ¿Cómo podría ubicar estos tipos de experiencias más cerca del centro de sus días? En el plano de tu vida, cuanto más cerca del centro coloques esas alegrías, más auténticamente exitoso será tu vida. Cada acción consciente que tomes para darle a esas alegrías un lugar más central en tu vida es un acto de auténtico amor propio.

¿Qué anhelos surgen constantemente para ti? Nombrar y respetar sus anhelos más centrales y continuos es quizás el mayor acto de autoafirmación que puede darse a sí mismo. Sí, el anhelo puede arder; puede doler y puede doler. Pero cuanto más se quema, cuanto más duele, más urgente es su mensaje. Observe la tendencia a minimizar o ignorar esos anhelos. Los que siguen volviendo, que siguen susurrándote, o gritando, son los que más urgentemente necesitas escuchar. A medida que creas tus metas de vida, coloca tus esfuerzos para alimentar ese anhelo hacia la parte superior de tu lista. Hacerlo puede ser espeluznante y arriesgado, pero cuanto más lo hagas, más apasionada, dirigida y honrada será tu vida.

La mayoría de nosotros gastamos gran parte de nuestra energía mental evitando o desviando nuestras respuestas a estas dos preguntas. Podemos cambiar nuestras vidas de maneras profundamente positivas simplemente dignificando nuestras alegrías y anhelos actuando sobre ellos mientras creamos nuestras vidas todos los días.

© Ken Page, LCSW 2017. Todos los derechos reservados. Haga clic aquí para aprender más sobre mi trabajo