El uso de nuestras pantallas se está saliendo de las manos. Por supuesto, todos usamos nuestras pantallas para muchos propósitos legítimos (por ejemplo, buscar información, conectarnos con otros, crear blogs), pero todos hemos experimentado la interminable verificación, el desplazamiento y los agujeros de gusano de YouTube que pueden absorber gran parte de nuestro tiempo. Mediante el uso de un diseño persuasivo (o tecnología persuasiva), muchas empresas de tecnología nos permiten verificar nuestros dispositivos de forma reflexiva y compulsiva. Como cualquier organismo, el objetivo de una empresa es sobrevivir, crecer y multiplicarse. El “cuadro de mando” para las empresas generalmente se mide en los resultados financieros, como los ingresos totales y las ganancias. Si bien las empresas pueden tener objetivos como mejorar el mundo, mejorar nuestras vidas, etc., en última instancia, necesitan ganar dinero o morir.
Compañías tecnológicas como Google, Facebook, Amazon y Snapchat ganan dinero al obtener y mantener nuestra atención. Básicamente, cuanto más tiempo pasamos en sus respectivas plataformas, más dinero ganan (por ejemplo, ingresos por publicidad, compras en línea). Pero nuestra atención es un recurso finito, por lo que las empresas de tecnología luchan entre sí para adquirirlo y conservarlo. Para ganar la guerra por nuestra atención, emplean a psicólogos, neurocientíficos y otros expertos para utilizar todos los medios a su disposición. Nuestras interacciones con sus diversas plataformas proporcionan los datos que necesitan para refinar sus algoritmos para que puedan captar nuestra atención de manera más efectiva.
Seamos realistas, esta es una forma de darwinismo empresarial. Si una empresa decide no utilizar un diseño persuasivo para captar nuestra atención, perderá a aquellas empresas que sí lo hagan. En cierto modo, las empresas de tecnología están en una “carrera de armamentos” por nuestra atención. Las empresas tecnológicas no son intrínsecamente malas. Es solo la supervivencia del más apto en el mundo de los negocios.
Cuando las empresas de tecnología utilizan un diseño persuasivo para captar nuestra atención, a menudo lo hacen explotando las partes más primitivas de nuestro cerebro. Algunos de los mecanismos que aprovechan estas partes primitivas de nuestro cerebro incluyen el condicionamiento clásico, los programas de refuerzo variable y los estímulos supranormales. No ganaremos esta lucha contra las partes primitivas de nuestro cerebro (bueno, no muy a menudo). Así como la epidemia de obesidad en los Estados Unidos es un testimonio del impulso irresistible de los alimentos poco saludables, la cantidad de tiempo que pasamos en nuestras pantallas es un testimonio del poder que tienen sobre nosotros.
En mi reciente publicación en el blog, ¿Steve Jobs era como el Dr. Frankenstein ?, presenté Mindful Engagement with Technology (MET). La idea es que al usar MET podemos satisfacer nuestras necesidades de manera más efectiva. Nuestro uso habitual y compulsivo de nuestras pantallas puede hacer que se eliminen algunas de nuestras necesidades fisiológicas y psicológicas básicas. Estos incluyen el sueño, la actividad física y la interacción en persona. Queremos un uso más consciente y útil de la tecnología para que satisfaga nuestras necesidades en lugar de que seamos servidores de nuestras pantallas.
La buena noticia es que los pequeños cambios todavía pueden producir grandes beneficios. A través de un compromiso consciente con la tecnología, podemos obtener más de nuestras pantallas en términos de felicidad y productividad. Aquí hay algunas estrategias para probar:
Nuestro uso habitual y compulsivo de nuestras pantallas está causando algunos problemas. A veces, nuestros teléfonos parecen parásitos portátiles. Tendemos a usar nuestros dispositivos en exceso, y esto nos permite descargar nuestra felicidad y productividad. La buena noticia es que algunos pequeños cambios pueden ayudarnos a aprovechar al máximo nuestras pantallas. Podemos pensar en esto como el compromiso consciente con la tecnología (MET). Con un uso más estratégico y útil de nuestras pantallas, podemos capitalizar más en sus muchos beneficios al tiempo que reducimos algunos de los aspectos negativos. Debemos recordar que nuestra atención indivisa es nuestro regalo más preciado, por lo que debemos utilizarla sabiamente.