La marihuana diaria no encogerá su cerebro

Durante los últimos años, un par de estudios sensacionalistas han sido ampliamente presentados en la prensa nacional; uno sugirió que el uso diario de marihuana podría disminuir el cociente intelectual (Meier et al., PNAS, 2012), el otro sugirió que el uso recreativo diario causaba una reducción de áreas cerebrales críticas para el aprendizaje, la memoria y el control emocional (Gilman et al., 2014, J Neurosci). El informe de Meier et al. fue cuestionado inmediatamente (Rogeberg, 2013, PNAS) por no tener en cuenta el efecto de confusión del estado socioeconómico, un factor que ha demostrado tener un impacto significativo en el puntaje de CI.

Los resultados del segundo estudio han sido confrontados por una publicación este mes (Weiland et al., 2015, J Neurosci) que demostró claramente que el uso diario de marihuana no produjo cambios significativos en el tamaño o la forma de las regiones cerebrales involucradas en el control de la emoción o el aprendizaje y la memoria.

Este estudio reciente investigó a hombres y mujeres que eran adolescentes (edades 14-18, N = 262) o adultos (edades 18-53, N = 503). Lo más importante es que los sujetos fueron emparejados por otros factores del estilo de vida que podrían haber influido en el resultado, como el consumo diario de alcohol o tabaco, etnia, depresión y puntuaciones de ansiedad y, lo que es más importante, por su grado de conductas impulsivas de búsqueda de sensaciones. Muchos de estos factores críticos no se controlaron en los dos estudios publicados anteriormente. Por ejemplo, el abuso de alcohol ha sido indiscutiblemente asociado con efectos dañinos sobre la salud cerebral y la función cognitiva.

Así, en general, este estudio más reciente que incluyó más sujetos en rangos de edad tanto adultos como adolescentes, y que estaban estrechamente relacionados para el consumo de alcohol, tabaco, depresión, impulsividad, edad y género, tuvo mayor poder estadístico para detectar cualquier diferencia importante debido para el uso diario de marihuana, y no encontró evidencia de ningún efecto negativo.

¿Es este el final de la historia? No. Solo porque no se descubrieron cambios en la morfología de estas regiones críticas del cerebro no resuelve la cuestión de si el uso diario de marihuana es perjudicial para el cerebro. Primero, nadie entiende completamente lo que significa encontrar variaciones en la morfología de regiones cerebrales específicas. Este tipo de investigación es bastante difícil de interpretar correctamente y a menudo implica suposiciones que son tan primitivas como la frenología del siglo XVIII. Los estudios futuros también deberán considerar los diversos componentes químicos de la marihuana y sus efectos individuales sobre el cerebro, especialmente dado que hoy en día se producen tantas variedades diferentes de la planta de cannabis.

Una última gran incógnita: ¿la prensa popular, el público y nuestros legisladores ignorarán este hallazgo mucho menos sensacionalista que no vilipendia el uso de la marihuana?

© Gary L. Wenk, Ph.D. Autor de Your Brain on Food , 2da Edición, 2015 (Oxford University Press)

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