Motivar a alguien para detener el abuso de sustancias

Como mayo es el mes de la salud mental, pensé que utilizaría a Sigmund Freud para hablar sobre el abuso de sustancias. Freud es ciertamente un nombre que se destaca en los campos de la psicología y la psiquiatría. Su modelo estructural que define la psique de uno se compone de tres constructos hipotéticos distintos: el ID (con el que nacemos y podemos pensar que es la parte de nuestra personalidad que clama por "quiero lo que quiero cuando lo quiero"). o gratificación inmediata); el ego (el "ejecutivo" de nuestra personalidad, que se desarrolla y nos ayuda a ver las cosas desde una perspectiva realista); y el superyó (que también se desarrolla y se puede descomponer en el ideal del yo y la conciencia), piense que estas partes de nuestra personalidad nos ayudan a distinguir el bien del mal.

Este paradigma de personalidad, si se quiere, encuentra que el ego está equilibrando nuestra necesidad de gratificación inmediata y, al mismo tiempo, no "ofende nuestro superego", de modo que permanecemos despiertos por la noche plagados de culpa. Si bien he hablado de estas complejas estructuras en términos bastante elementales, la descripción servirá para mi propósito al hacer un punto importante.

Las personas con problemas de adicción están constantemente luchando con su necesidad de gratificación inmediata. Si no les gusta cómo se sienten, toman una bebida o una droga que parece producir un cambio en el estado de ánimo; el problema es que cuando vamos más allá de su identificación y entramos en el reino de su superego, hay consecuencias. Mientras que su ego intenta contrarrestar el id y el superego, utiliza tres mecanismos de defensa principales: negación (no tengo ningún problema con el alcohol o las drogas); proyección (no soy el problema tú eres el que tiene el problema); y racionalización (la razón por la que tengo un problema es A, B y C, así que no tengo ninguna responsabilidad).

Estos mecanismos de defensa que se utilizan al servicio del ego para preservar la propia autoestima, a menudo sirven como un obstáculo para ayudar al individuo adicto a ver la realidad. Algunos médicos tratan de enfrentar con fuerza estas defensas, pero esto a menudo lleva a que la persona se vuelva aún más defensiva, ¡qué irónico! En cambio, este autor aboga por un enfoque "carefrontational" – uno que trata a la persona con respeto y dignidad – nunca fingiendo o culpando, pero de hecho los hace responsables de su recuperación personal.

Por supuesto, hay muchos profesionales bien informados que están más que dispuestos a ayudar a las personas en su lucha por desarrollar una mejor sensación de autoestima y no tener que recurrir a cambiar la forma en que se sienten en la inmediatez del momento: una temporal y, a veces solución mortal.

Por último, para aquellos de ustedes que son neuropsicólogos y psiquiatras en ciernes, tenga en cuenta que la investigación ha comenzado a dar grandes pasos en la correlación de las estructuras cerebrales con los constructos teóricos de Freud. Este clínico cree que cuando adoptemos la "totalidad científica" en la búsqueda de evidencia empírica, seguramente surgirán prácticas basadas en la evidencia que conduzcan a un tratamiento de primera calidad para la enfermedad de la adicción; de hecho, ¡ya hemos avanzado mucho!