¿Qué es la intuición y cómo la usamos?

Usando su brújula intuitiva …

¿Alguna vez has tenido un momento en el que sentiste que algo no estaba bien? ¿Tal vez entrar en un estacionamiento a altas horas de la noche o sentirse negativo con alguien sin saber por qué? Y si has experimentado esto antes, ¿te has encogido de hombros, descartándolo como una tontería ilógica?

Como cultura, hemos aprendido a creer que la racionalidad es lo que debe prevalecer al tomar decisiones sobre cualquier cosa, desde fusiones comerciales cruciales hasta qué comer para el almuerzo. Pero, ¿qué hay de esa "voz interior", esa sensación instintiva, esa pequeña cosa instintiva que nos dice cómo nos sentimos debajo de esas capas de la lógica?

Instinto e intuición, como yo lo defino, es esto:

• El instinto es nuestra inclinación innata hacia un comportamiento particular (en oposición a una respuesta aprendida).
• Una sensación visceral, o una corazonada, es una sensación que aparece rápidamente en la conciencia (lo suficientemente notable como para actuar sobre ella si así lo desea) sin que seamos plenamente conscientes de las razones subyacentes de su aparición.
• La intuición es un proceso que nos da la capacidad de saber algo directamente sin razonamiento analítico, acortando la brecha entre las partes consciente y no consciente de nuestra mente, y también entre el instinto y la razón.

En esencia, necesitamos instinto y razón para tomar las mejores decisiones posibles para nosotros, nuestros negocios y nuestras familias. Desafortunadamente, muchos de nosotros, incluso cuando experimentamos el éxito utilizando esta parte menos reconocida de nosotros, nos sentimos incómodos con la idea de utilizar nuestros instintos como una herramienta de orientación. Nos avergüenza decir que seguimos las corazonadas, desconfiamos de los mensajes a veces crípticos que nos envían nuestros instintos y, en consecuencia, disminuimos nuestra capacidad de aprovechar el poder de nuestros propios instintos cuando más los necesitamos. Nuestra incomodidad con la idea de confiar en nuestros instintos se basa en milenios de prejuicio cultural.

Piense en la frase común: "No somos como animales". Nos dice que la diferencia supuesta entre humanos y animales es la capacidad de los humanos para razonar con nuestros impulsos instintivos, y el mensaje tácito es que la razón es una calidad superior y mejor poseer. La cuestión es que no solo somos animales, somos animales. Sin embargo, somos animales con la clara ventaja de tener tanto el instinto como la razón a nuestra disposición. Entonces, no tenemos que rechazar ni la moralidad ni el instinto; más bien, tenemos la capacidad de honrar y apelar a ambos.

No tenemos que rechazar la lógica científica para beneficiarnos del instinto. Podemos honrar y recurrir a todas estas herramientas, y podemos buscar el equilibrio. Y buscando este equilibrio finalmente llevaremos todos los recursos de nuestro cerebro a la acción. Hasta hace unos cien años la ciencia ni siquiera era consciente del papel de nuestro inconsciente, pero los estudios ahora muestran que solo el 20 por ciento de la materia gris del cerebro está dedicada a los pensamientos conscientes, mientras que el 80 por ciento está dedicado a los pensamientos no conscientes.

Entonces, hablando lógicamente (¡sin juego de palabras!), ¿Cómo podríamos estar tomando las mejores decisiones sin incluir las partes no conscientes de nuestro ser?
Ahora que tenemos esto resuelto, ¿cómo incluimos la intuición en nuestra vida cotidiana? Debido a que pasamos tanto tiempo ignorando o descartando este aspecto de nosotros mismos, ¿cómo podemos ahora integrarlo exitosamente en nuestras decisiones prácticas? La respuesta es simple: dialoga.
El consciente es un experto en lógica y lo usará implacablemente. Por el contrario, la mente inconsciente busca a través del pasado, presente y futuro y se conecta con corazonadas y sentimientos de una manera no lineal. Su proceso es críptico para la mente lógica, ya que desafía las leyes convencionales del tiempo y el espacio. Por ejemplo:

Tu: ¿Qué debería usar hoy?
Su inconsciente: rojo.
Tu: ¿Rojo qué?
Su inconsciente: No lo sé, solo algo rojo.
Tu: ¿Por qué?
Su inconsciente: Se siente bien.
Tu: Pero tengo una entrevista hoy; no es rojo demasiado agresivo?
Tu Inconsciente: Te estás perdiendo el punto.
Tu: ¿Cuál es el punto?
Su inconsciente: le gusta el rojo. Te hace sentir feliz.
Tu: ¿Qué tiene que ver la felicidad con esto?
Tu Inconsciente: Todo. ¿Cómo?
Tu Inconsciente: Ya verás; Sólo confía en mí en esto.

Y quizás al hacer esto, porque simplemente te sientes bien, tu confianza emana más en tu entrevista, y recibes el trabajo basado en esto. Tal vez su entrevistador adora el rojo, y le gusta que fue lo suficientemente valiente para no usar negro. Tal vez el color es lo que te hace destacar de tantos otros. ¿Quién sabe? El punto es que escuchaste tus instintos y tomaste tu decisión, incluida la intuición y el beneficio de la misma, sin preocuparte por las razones lógicas por las cuales.

Pero no nos detengamos allí. Aquí hay tres formas de escuchar esa voz interna y permitir su orientación en su vida cotidiana:

1 – Mantenga un diario. Escribir tus pensamientos y sentimientos en papel, incluso si "piensas" que tienes poco que decir, ayuda a que la mente no consciente se abra. Puede encontrar que está escribiendo palabras y frases que no tienen sentido para usted, o agita las respuestas emocionales en lugar de las respuestas intelectuales. Cuando esto sucede, conduce a:

2 – Desactiva tu Crítica interna. Muchas veces racionalizamos esas voces dentro. Esta vez, escucha sin juicio. Permita que los diálogos internos sucedan sin temor o ridículo.

3 – Encuentra un lugar solitario. Un lugar donde puede permitir que las emociones fluyan libremente es una parte imprescindible para encontrar y retener los componentes básicos de la intuición. Aquí también puede querer crear una conexión emocional con un objeto, un color, una pieza de música o literatura, cualquier cosa que permita que los sentimientos se muevan, que sean únicamente internos y que no tengan un razonamiento intelectual o racional.

Estos tres ejercicios te ayudarán a crear una relación nueva y más profunda con tu ser, a aclarar esa voz interior y a devolver tu verdadera conciencia instintiva a tu vida diaria racional.