¿Qué realmente te hace más feliz: comidas saludables cocinadas en casa o comidas indulgentes?

En mi clase de Science of Willpower esta semana, hablamos sobre licencias morales, permitiéndote hacer algo "malo" (por ejemplo, tomar un postre, gastar dinero extra) porque has sido tan "bueno" (por ejemplo, ir al gimnasio, trabajar tarde). Aunque sientas que te estás tratando a ti mismo, este tipo de racionalización sabotea los objetivos.

Una de las estrategias basadas en la evidencia para escapar de esta trampa es prestar atención a cuán buenas son esas golosinas que realmente te hacen sentir. Puede decirse a sí mismo que una juerga de compras extra en línea o de brownie lo hará feliz, pero ¿realmente lo es? ¿O le da más impulso al estado de ánimo si se apega a sus objetivos?

Un estudio reciente en el American Journal of Clinical Nutrition demuestra cómo nuestras expectativas pueden entrar en conflicto con la realidad de lo que nos hace felices.

El estudio analizó cómo las elecciones de alimentos influyen en el estado de ánimo. 160 mujeres informaron lo que comieron durante 10 días. Se los contactaba cada dos horas para informarles sobre lo que habían comido recientemente y cómo se sentían ahora. Los investigadores analizaron dos aspectos de cada comida: si se comía en casa o fuera (restaurantes, comida rápida, cafés, etc.), y si la comida era más sana que la "línea de base" de la mujer o una comida típica, o más indulgente / menos saludable.

Ahora, la mayoría de nosotros cree que comer fuera es una delicia, y que las comidas indulgentes son una recompensa especial. Pero este estudio encontró que las mujeres eran significativamente más felices y menos estresadas después de comer en casa y después de comer comidas más saludables. Como concluyen los autores, "el hogar es un entorno privilegiado que nutre la alimentación saludable y en el que las elecciones de alimentos más saludables desencadenan más emociones positivas".

Cuando presenté este estudio en clase, una mujer preguntó: "Sí, pero ¿vieron cómo se sentían las mujeres después de tener que lavar los platos?" Fue un momento divertido, pero que revela cuán convencida está la mayoría de eso. la tarea de cocinar en casa es miserable, mientras que el placer de comer fuera es un regalo para nosotros mismos.

Entonces, si hay una indulgencia con la que se premia, puede valer la pena hacer un pequeño trabajo de detective. Presta atención a cómo te sientes después. Compáralo con cómo te sientes cuando haces una elección más "virtuosa" o menos indulgente.

Puede descubrir que no desea premiarse por ser bueno, que cumplir sus objetivos es su propia recompensa.

Kelly McGonigal es psicóloga de la Universidad de Stanford. Su último libro, que está lleno de estrategias para perseguir lo que realmente deseas, es El instinto de fuerza de voluntad: cómo funciona el autocontrol, por qué es importante y qué puedes hacer para obtener más.

Estudio citado: Lu J, Huet C, Dubé L (2011). Refuerzo emocional como factor de protección para una alimentación saludable en el hogar. Am J Clin Nutr, 94 (1), 254-61.