¿Somos realmente capaces de perdonar y olvidar?

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Todos hemos escuchado el adagio de perdonar y olvidar . El consejo en sí mismo tiene sentido: cuando alguien nos ha hecho algo mal en el pasado, guardar rencor hará que todas las interacciones posteriores sean difíciles. Si siempre recuerdas los detalles de cómo alguien te ha ofendido, entonces te verás obligado a revivir esos detalles de manera que traigan esos eventos pasados ​​vívidamente al presente.

Cuando has perdonado a alguien, entonces, es también valioso olvidar los detalles de lo que han hecho. ¿Pero eso realmente funciona? ¿El perdón te permite olvidar esos detalles?

Esta pregunta fue explorada en un interesante artículo en la edición de julio de 2014 de Psychological Science por Saima Noreen, Raynette Biermann y Malcolm MacLeod.

En una sesión inicial, los participantes leen una variedad de escenarios que los llevan a imaginar que alguien les hizo algo malo. Cada escenario describía a la persona, el evento y lo que la persona hizo después. Los escenarios involucraban una variedad de transgresiones que incluían mentira, infidelidad y robo, y se preguntó a los participantes si perdonarían a la persona por lo que habían hecho. A partir de estas respuestas, los experimentadores identificaron 12 ítems que las personas generalmente estaban dispuestas a perdonar, y 12 que no.

En la segunda sesión, los experimentadores exploraron la capacidad de las personas para olvidar los detalles de los escenarios.

Primero, los participantes leyeron 24 escenarios que fueron emparejados con palabras que podrían usarse para recordarles cada escenario. La mitad de los escenarios eran los que el participante estaba dispuesto a perdonar, y la mitad eran escenarios que el participante no estaba dispuesto a perdonar. Los participantes practicaron asociando las palabras con los escenarios hasta que pudieron recordar los escenarios después de escuchar las palabras con una precisión superior al 50%.

Luego, para la mitad de los ítems que aprendieron, los participantes vieron nuevamente la palabra clave y recibieron un nuevo conjunto de instrucciones: a los que estaban en la condición Piense se les dio una de las palabras, se les dijo que pensaran en el escenario asociado con esa palabra, y luego para indicar cómo el transgresor hizo las paces por su error. Aquellos en la condición de No pensar se les dijo que eviten pensar sobre el escenario asociado con la palabra. (La otra mitad de los elementos que no formaban parte de las condiciones pensar o no pensar se utilizaron como línea de base.) Finalmente, se pidió a los participantes que recordaran todos los escenarios dados las palabras clave que habían aprendido.

En general, los participantes fueron igualmente buenos aprendiendo a asociar escenarios con palabras independientemente de si estaban dispuestos a perdonar al transgresor por la ofensa relacionada o no.

Sin embargo, los datos de recuerdo después de las condiciones de pensar o no pensar fueron interesantes: para los escenarios en los que el participante no estaba dispuesto a perdonar a un transgresor, estas condiciones no tuvieron ninguna influencia en el recuerdo posterior. Para los escenarios en los que los participantes estaban dispuestos a perdonar a un transgresor, los participantes en la condición No pensar recordaron menos escenarios y menos detalles de esos escenarios que los participantes en la condición de pensar. (Los elementos de línea de base salieron entre las dos condiciones).

¿Que esta pasando aqui?

Investigaciones previas sugieren que las instrucciones utilizadas en la condición No pensar pueden dificultar que las personas recuerden detalles de cosas que aprendieron o experimentaron en el pasado. Estos nuevos resultados sugieren que las instrucciones de No pensar funcionan para las transgresiones que las personas están dispuestas a perdonar, pero no para aquellos que no están dispuestos a perdonar.

Este resultado sugiere que el perdón en realidad puede dar permiso a las personas para olvidar; es decir, cuando las personas están dispuestas a perdonar, están dispuestas a renunciar a los detalles de un episodio. Pero cuando no están dispuestos a perdonar, mantienen esos detalles a su alrededor. Presumiblemente, también volverán a experimentar esos detalles de manera negativa cuando los recuerden en el futuro.

Hay una serie de estudios interesantes que quedan por hacer para ayudarnos a comprender mejor este resultado. Por un lado, este estudio utilizó todos los escenarios hipotéticos . Sería interesante observar la relación entre perdonar y olvidar con situaciones que la gente realmente experimenta. Por otro lado, este estudio se enfocó en la relación entre perdonar y olvidar. También sería interesante saber si inducir a las personas a olvidar los detalles de un evento influiría en su tendencia a perdonar .

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