Terapia telefónica para la depresión

La depresión es una enfermedad común e incapacitante. Una variedad de tratamientos, que incluyen ciertas psicoterapias y medicamentos, pueden ayudar a aliviar los síntomas. Una de las psicoterapias más efectivas para tratar la depresión es la terapia cognitiva conductual (TCC). Esta terapia ayuda a las personas a aprender a corregir pensamientos, sentimientos y conductas desadaptativas. En los estudios de investigación que utilizan TCC, los terapeutas reciben una formación rigurosa y se supervisan sus sesiones para asegurarse de que sigan protocolos de tratamiento específicos.

Por muchas razones, incluida la escasez de profesionales de salud mental de alta calidad, los pacientes recurren cada vez más a sus médicos de atención primaria para el tratamiento de la depresión. Algunos pacientes prefieren tomar medicamentos sin psicoterapia; otros prefieren la psicoterapia con o sin medicamentos. Una de las desventajas de la TCC es que a los pacientes les puede resultar difícil visitar a un terapeuta semanalmente durante varios meses, y mucho menos encontrar terapeutas calificados formados formalmente en TCC.

Un estudio reciente en la Revista de la Asociación Médica Americana por David Mohr y colegas de la Universidad de Northwestern examinó si la TCC administrada por teléfono funciona tan bien como la TCC cara a cara, y si la TCC telefónica altera el cumplimiento de las sesiones de tratamiento. Este estudio es interesante e importante. Si los pacientes responden bien a la psicoterapia administrada por teléfono, permitiría que las personas que no viven cerca de un terapeuta reciban este tratamiento por teléfono. También eliminaría la necesidad de viajar hacia y desde el consultorio del terapeuta para aquellos que tienen la opción de terapia cara a cara, pero tienen limitaciones que dificultan el cumplimiento de las citas.

¿Cree que las personas participaron en la terapia telefónica más, menos o en la misma medida que la terapia cara a cara? ¿Cree que la terapia es efectiva si la única interacción del paciente con el terapeuta es por teléfono? ¿Hay algo terapéuticamente importante sobre el contacto directo cara a cara con el terapeuta? Este estudio ofrece algunas respuestas interesantes y provocativas.

En primer lugar, las personas en este estudio tenían más probabilidades de cumplir sus citas para la terapia administrada por teléfono que para la terapia en persona. Aproximadamente el 21 por ciento de las personas asignadas aleatoriamente a la terapia telefónica interrumpió el tratamiento en comparación con el 33 por ciento de las personas que realizan terapia en persona. Curiosamente, el aumento en la tasa de abandono en el grupo de terapia cara a cara ocurrió al principio del curso de tratamiento durante las primeras cuatro sesiones (de 18 sesiones programadas). La conveniencia de la terapia telefónica pareció convencer a más participantes a permanecer en tratamiento.

En segundo lugar, tanto la terapia telefónica como la presencial condujeron a una mejora sustancial. Al final del período de estudio de 18 semanas, ambos grupos de participantes mejoraron en el mismo grado. Alrededor del 27 por ciento de los pacientes en cada grupo se consideraron en remisión completa, lo que significa que tenían pocos o ningún síntoma residual. Las puntuaciones en varias escalas de calificación clínica diseñadas para medir los síntomas depresivos indicaron mejoría clínicamente significativa similar en ambos grupos.

Sin embargo, la terapia cara a cara mostró una ventaja significativa. Cuando las personas fueron evaluadas seis meses después, ambos grupos permanecieron sustancialmente mejorados en comparación con antes del tratamiento, pero el grupo presencial mostró un número levemente menor de síntomas depresivos que el grupo que recibió terapia telefónica.

Este estudio sugiere que la TCC administrada por teléfono por terapeutas capacitados puede ser efectiva. También sugiere que una vez que se terminen los tratamientos, los que recibieron terapia telefónica deben ser seguidos de cerca por su equipo de tratamiento ya que pueden tener un mayor riesgo de regresar los síntomas con el tiempo. No obstante, para aquellos que no cuentan con el tiempo o los recursos para la TCC semanal en persona, la terapia telefónica puede proporcionar una alternativa viable.

Telepsiquiatría ofrece otra forma en que los médicos y otros profesionales de la salud pueden llegar a los pacientes que viven en áreas rurales. Este enfoque implica el uso de cámaras de video de alta resolución instaladas en centros de salud comunitarios u otros entornos de atención médica. Los profesionales de la salud pueden evaluar, observar y hablar con los pacientes en tiempo real. Con modernos equipos de alta calidad, la comunicación puede ser muy efectiva.

Otro enfoque que puede ayudar a los pacientes implica el uso de Internet. Algunos pacientes con ciertas condiciones prefieren permanecer en el anonimato. La investigación que estudia la efectividad de los enfoques basados ​​en Internet para personas con ciertos tipos de trastornos alimentarios actualmente está en curso.

Muchos de nosotros hemos crecido pensando que no hay sustituto para las interacciones clínicas en persona. Aunque los tratamientos cara a cara pueden ser un estándar "oro", cada vez es más claro que hay otras formas de ayudar a los pacientes que sufren de depresión y otros trastornos psiquiátricos que pueden ser más convenientes, asequibles y tal vez tan o casi tan Efectivo. Pensar desde el primer momento y fuera de la oficina puede conducir a formas creativas y efectivas de ayudar a más personas con los recursos limitados de salud mental que existen actualmente.

Esta columna fue coescrita por Eugene Rubin MD, PhD y Charles Zorumski MD.