Transición a la escuela secundaria

Una de las transiciones más difíciles que enfrentan los padres y los jóvenes es pasar de la escuela primaria a la secundaria. Los padres a menudo se consternan porque su hijo, que una vez confió cada detalle, ahora pasa más tiempo solo o con amigos. Esta puede ser la primera vez que un maestro llama a los padres y les dice que su hijo está menos centrado en la escuela que en el pasado. Si bien esto puede ser desalentador, puede ser útil saber que gran parte de esto es un proceso de desarrollo normal.

Erikson llamó a esta etapa, "Identidad contra la confusión de roles" para implicar los intentos de los jóvenes de insertarse en la sociedad durante esta etapa. Como un adolescente casi, los jóvenes en esta etapa comienzan a separarse de sus padres y comienzan a enfocarse más en la unión entre pares. La mayoría de los padres recuerda haber pasado por esta etapa y pueden temer que su hijo cometa errores.

Sepa que a pesar de sus mejores esfuerzos, su hijo cometerá algunos errores y algunos de estos errores, aunque sean difíciles, ayudarán a su hijo a aprender y crecer. Lo importante para enfocarse en esta etapa es guiar a su hijo para que no cometa errores importantes que puedan afectar su futuro. Por ejemplo, los padres querrán monitorear las comunicaciones en línea, discutir las consecuencias de los comportamientos sexuales y el consumo de drogas, y garantizar que los niños estén seguros. Los errores como estos pueden ser graves e incluyen abuso sexual, enfermedad, embarazo, problemas legales y otros problemas graves. Al mismo tiempo, los padres no pueden y no deben ir a todas partes con sus hijos, completar el trabajo escolar para ellos o resolver todos los problemas en nombre del niño. Al hacerlo, se asegura de que el niño no aprenda a resolver los problemas necesarios para tener éxito en la vida.

Así que ¿qué hace un padre? Primero, controle a su hijo sin interferir en el aprendizaje. Esto significa saber con quién está hablando o hablar con su hijo en línea, dónde está su hijo en todo momento y garantizar la supervisión adulta apropiada cuando se encuentre lejos de casa. También significa permitir que el niño sufra consecuencias menores. Los terapeutas adlerianos se refieren a "consecuencias naturales y lógicas". Por ejemplo, un niño que no come la cena puede estar hambriento o un niño que pierde un libro puede tener que pagar para reemplazarlo. Estas son consecuencias saludables y ayudan a los niños a aprender de sus propias elecciones y errores sin consecuencias que alteren la vida.

Otra cosa para recordar, si la escuela lo llama, es que su hijo puede estar poniendo a prueba los límites y centrándose más en los amigos que en la tarea. Puede ser frustrante escucharlo, pero anímese sabiendo que esto a menudo ocurre como parte del desarrollo normal. Esto no significa, sin embargo, que los niños no sean responsables. En este punto, los padres pueden tener que involucrarse más en el monitoreo del trabajo escolar de sus hijos, en las amistades y en implementar consecuencias inmediatas y consistentes.

Si bien esta etapa en la vida de su hijo puede ser difícil, sepa que no dura para siempre. Además, gran parte de lo que sigue es bastante positivo. Ver a su hijo crecer mientras ponen a prueba los límites puede ser gracioso a veces y si hace bien su trabajo como padre, se sentirá orgulloso de la persona que su hijo es.

Janet Hicks
Fuente: Janet Hicks