13 lecciones para envejecer bien-Lección 5

Lección Cinco: Pida ayuda y movilice recursos: envejecer a nuestro modo

¿Alguna vez te encuentras pensando en quién podría asistir a tu funeral?

Tuve ocasión de pensar de esta manera hace unas semanas, en el funeral de Alice. Mientras saludaba a los dolientes que entraban por la puerta, me di cuenta de que finalmente me encontraba con la extensa red de seres queridos de Alice. Todas las personas de las que hablaba, incluidas las personas clave con las que confiaba, finalmente estaban juntas en la misma habitación.

Aquí está la lista:
su pastor
su antiguo ama de llaves
su conductor, para ir de compras y hacer picnics
su ayudante-finanzas y correo
su ayudante voluntaria, de la asociación local para ciegos
amigos que la llevaron a almorzar
amigos que hicieron diligencias
parientes de paso de todo tipo, que visitarían desde lejos
ex colegas
antiguos vecinos
su ahijada que trajo sus libros en cinta
su primo, que siempre trajo flores
su hermano, que visita anualmente

Esta lista me dice varias cosas:

1) Alice necesitaba ayuda, especialmente cuando su vista se deterioró. Alice también sabía acerca de los recursos locales; o sabía a quién llamar para averiguarlo. Aunque dependía de muchos voluntarios, también tenía la capacidad de pagar por los servicios.

2) Alice era una profesional en la delegación. "Una vez un gerente, siempre un gerente", decía ella, mientras dirigía a los motores, o hablaba de su salud con los médicos. Alice estaba tan comprometida con la independencia como podría haberlo hecho, después de haber vivido su vida como independiente (a excepción de 10 años de matrimonio en sus 50 años). Pero también sabía cuándo pedir ayuda. Quizás irónicamente, pedir ayuda ayudó a Alice a proteger su autonomía y control.

3) Alice, a los 94 años de edad, había perdido muchos amigos. Pero ella también hizo otros nuevos todo el tiempo. Y esa gente, apostaría, amaba que Alice los necesitara. Con el tiempo, se convirtieron en su familia social. O esa fue la sensación que tuve en su funeral.

Es curioso cómo el alcance de las redes personales a veces solo se vuelve aparente en los funerales.

NOTA: aquellos 90 dolientes que asistieron eran solo un pequeño segmento de aquellos en la web de Alicia; aquellos que podían venir con un día de aviso a una funeraria a la mitad del día.

Así que aquí estaba Alice, 94 años de edad, sin hijos propios, y su red era enorme. (Su amabilidad, humildad y dignidad realmente le son extrañas; puedo dar fe de ello.) Aquí está la verdad: la red de Alice la mantuvo activa, y viceversa. Ella era una profesional en la movilización de recursos.

La lección de Alice: pide ayuda; hacer un nuevo amigo

Tu turno: ¿cuándo fue la última vez que pediste ayuda?

Esta es la quinta en una serie de 13 posts sobre vivir bien, adaptada de Aging Our Way: Lessons for Living from 85 and Beyond

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* 13 Lecciones de Alice (agingourway.wordpress.com)

Copyright Meika Loe

Meika Loe es Profesora Asociada de Sociología y Estudios de la Mujer en Colgate University. Ella es la autora de Aging Our Way: Lessons for Living from 85 and Beyond.