3 maneras fáciles de seguir siendo una pareja feliz

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Fuente: Dmytro Zinkevych / Shutterstock

Las parejas pueden desarrollar algunos malos hábitos de comunicación entre sí. Estas formas de hablar contribuyen a la alienación, el aislamiento y la sensación de vivir con un adversario.

Dado que su pareja es la única persona de cada tres mil millones con la que decide pasar el resto de su vida, tiene sentido aprender algunas habilidades básicas de comunicación para preservar su conexión. No requieren mucho esfuerzo, y mi experiencia es que cambiar estos hábitos negativos en prácticas positivas puede mejorar significativamente la atmósfera en su hogar. Yo lo llamo higiene matrimonial .

1. Di lo que quieras, no lo que no quieres.

A muchos de nosotros nos cuesta mucho decir lo que queremos directamente, como si no tuviéramos derecho a pedir lo que queremos. Pero queremos cosas, y algunas veces enfrentamos nuestra incomodidad al pedirlas en forma de crítica. Aquí hay algunos ejemplos (con una mejora sugerida en paréntesis):

"Quiero que dejes de micromanarme" ( "Quiero que confíes en mí para tomar decisiones" ); "Me gustaría que dejaras de llegar tarde todo el tiempo" ( "Me gusta cuando vienes en el momento en que acordamos" ); "No me gusta cuando no me dices adónde vas" ( "Me relajo cuando sé dónde estarás" ).

Su mensaje aparecerá con la misma claridad, y su pareja querrá cumplir más, cuando se exprese de manera positiva.

2. Reemplazar "pero" con "y".

Esta práctica engañosamente simple contribuirá en gran medida a evitar los argumentos de ojo por ojo que a menudo pasan para la comunicación dentro de las parejas. Escucha la diferencia entre "Entiendo lo que estás diciendo, pero siento …" versus "Entiendo lo que estás diciendo, y siento …" Es sutil, pero ese cambio contribuye a una mayor sensación de cooperación de beneficio mutuo , en lugar de ganar-perder, una de nosotras tiene que estar en lo correcto y otra competencia incorrecta.

3. No contamine un cumplido con un calificador negativo.

A veces arruinamos un cumplido perfectamente agradable con un calificador negativo totalmente innecesario. Escuche estos comentarios y vea si puede detectar la palabra ofensiva. Mejor aún, imagine que está en el extremo receptor de estos "elogios", e inmediatamente detectará el problema. Nuestros cerebros están conectados para detectar el peligro, por lo que casi siempre escucharemos y recordaremos lo negativo, mientras que el mensaje positivo se pierde cuando nuestro cerebro grita "¡Advertencia: peligro!":

  • "Me alegra que finalmente hayas conseguido algo que me gusta para mi cumpleaños".
  • "Es bueno que hayas limpiado la cocina cuando terminaste de cocinar".
  • "Realmente me sentí bien cuando me tocaste por una vez".

En caso de que se haya perdido las palabras ofensivas, son "finalmente", "en realidad" y "por una vez". John Gottman, que ha investigado parejas durante 40 años, escribe que por cada mensaje negativo que le damos a nuestra pareja, se necesitan cinco positivos para borrar el mal presentimiento. Una onza de comunicación preventiva y limpia vale mucho más que una libra de comentarios críticos.