3 razones por las que es tan difícil ver siempre a los ojos

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Hay ciertos sesgos en la percepción social -cómo vemos el mundo social que nos rodea- que casi garantizan que dos personas verán las cosas de manera diferente. Pero reconocer estos prejuicios y desarrollar estrategias para superarlos puede aumentar nuestra comprensión mutua y acercarnos más.

Aquí hay 3 razones clave por las que nosotros, y otros, inevitablemente vemos las cosas de manera diferente:

1. El sesgo actor-observador.

Este es quizás el prejuicio más generalizado en el razonamiento humano. En cualquier situación, hay un actor -la persona que está realizando algún comportamiento- y un observador -una persona que está mirando al actor comportarse. Los observadores están predispuestos a hacer atribuciones disposicionales sobre la causa del comportamiento, concluyendo que la razón del comportamiento del actor es algo sobre la personalidad del actor o el maquillaje disposicional. Por ejemplo, el actor tropieza y cae, y el observador concluye que el actor es "torpe". Los actores, por otro lado, están predispuestos a hacer atribuciones situacionales -considerando que su propia conducta es más probable causada por la situación o el entorno- "El el pavimento desigual me hizo tropezar ".

Imagina que tu pareja llega a casa muy tarde después de una cena relacionada con el trabajo. Usted, el observador, tiende a hacer atribuciones disposicionales ("Ella es indiferente e irresponsable"). Su compañero, el actor, argumenta, "No fue mi culpa. Mis amigos no me dejaron irme ".

Cómo vencer este prejuicio: en realidad, hay una sola manera: ponerse en el lugar de la otra persona y tratar de ver su punto de vista. Invierta el juego de roles, tomando la perspectiva del otro y trate de alejarse de su propia tendencia hacia las atribuciones situacionales o situacionales.

2. El sesgo egocéntrico.

Es de naturaleza humana tratar de obtener más que nuestra parte de crédito por los resultados exitosos, y tratar de evitar la culpa por los fracasos. Esto se conoce como el sesgo egoísta, y es la razón por la cual las personas dentro de las parejas siempre parecen sobreestimar sus propias contribuciones a la relación ("Hago la mayor parte del trabajo doméstico"; "hago más diligencias"; trabajo más que tú "; ), y subestimar sus errores o fechorías.

Cómo vencer este prejuicio: esfuérzate por ser objetivo. Considera las contribuciones de tu compañero. Y practica la humildad. (Piense en los atletas que se esfuerzan por dar crédito a sus compañeros de equipo en lugar de tomar todo el crédito ellos mismos: promueve la unidad relacional).

3. El sesgo de proyección.

Esta es la tendencia a suponer que otros comparten nuestras creencias y valores. Esto es particularmente problemático en las relaciones más nuevas. No solo conduce a malentendidos, sino que da la impresión de que no sabemos realmente quién es nuestro compañero.

Cómo vencer este prejuicio: Aprenda a escuchar y trabajar para comprender verdaderamente los sentimientos, valores, creencias y opiniones de su pareja. Reconozca que habrá puntos de acuerdo y desacuerdo, pero aprenda a valorar esas diferencias.

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