4 formas de resistir la rabia

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Un reciente artículo del Washington Post citó investigaciones que muestran que la cantidad de personas que admiten sentir "enojo incontrolable hacia otro conductor" se ha duplicado desde 2005. US News & World Report este invierno informaron sobre el fenómeno de "rabia de la nieve", impulsado por el estrés epidemia que golpeó a gran parte del país este año debido al clima extremadamente frío y nevado.

Hubo un tiempo en que "toda la rabia" significaba estar al día en moda o conocer el último paso de baile. Ahora, solo puede referirse a una rabiosa ira que burbujea justo debajo de la superficie, esperando que alguien venga y haga, o diga, lo incorrecto para soltarlo.

¿Por qué toda la ira?

La rabia es una ira violenta e incontrolable que se puede expresar de diversas maneras: dientes descubiertos, gritos o abuso físico de alguien, por nombrar algunos. Está aumentando la infelicidad y la frustración que finalmente encuentra un punto de lanzamiento y simplemente lo suelta. Cuando la mayoría de las personas alcanzan y cruzan esa línea, su furia se ha estado acumulando por algún tiempo y finalmente ya no puede contenerse más.

Experimentar la ira de otra persona puede ser muy inquietante. Cuando somos blanco de tal ira, o incluso solo presenciamos cómo la persona lo desahoga, podemos sentirnos intimidados y abusados ​​emocionalmente. No estamos muy seguros de lo lejos que pueden llegar antes de que bajen la ira o se apaguen.

La rabia es a menudo el polo opuesto de la depresión en su expresión, pero su evolución se debe a muchas de las mismas condiciones: nos sentimos impotentes. Perdido. Tomar ventaja de. Sentimos que nos quedamos cortos en comparación con los demás. Sentimos que no nos han dado lo que merecemos. Experimentamos la vida como "no justa".

El problema con las emociones negativas extremas como la ira y la depresión es que nos agotan. Nos hacen menos capaces de hacer frente a los altibajos de la vida cotidiana. Podemos encontrarnos caminando preocupados por lo siguiente que podría salir mal: esa podría ser la gota que derrama el vaso.

La rabia no es un estado positivo para nadie, y las consecuencias pueden durar mucho tiempo si no se desvía. En lugar de permitir que estas emociones se desarrollen, y colocarte en una situación potencialmente desastrosa en la que hayas perdido la capacidad de mantenerte objetivo y equilibrado, sigue estos cuatro pasos para desinflar el globo de ira que se está formando en tu interior:

  1. Tenga en cuenta sus desencadenantes. ¿Qué te molesta? ¿Qué conductas en los demás, experiencias o pensamientos te alejan? ¿Qué enciende los fuegos que se convierten en negatividad? En lugar de provocarse o atraerse repetidamente, retroceda y examine estas condiciones. Conviértase consciente y vigilante de ellos en lugar de ser arrastrado por ellos.
  2. Pregúntese: "¿Esto vale la pena?" Cuando sienta que está a punto de perder la calma, se peleará o le dirá algo desagradable a alguien, deje que la voz dentro de usted sea escuchada y lo detenga por solo tres segundos para pregunta si lo que estás a punto de hacer lo vale. ¿Te sentirás mejor, o peor, mañana por haber perdido la calma esta noche?
  3. Encuentra otro outlet. Podemos enfocarnos tanto en lo que nos molesta que nos obsesionamos. Si el coche nuevo brillante de mi vecino me hace sentir como un perdedor porque estoy conduciendo un limón oxidado, no debería conducir por su casa y envidiar el paseo en su camino de entrada. Si mi hija canta en voz alta en su habitación con música que odio, me molesta, ¡no debería pararme fuera de su habitación y escucharla! Estos ejemplos pueden sonar tontos, pero representan cómo reaccionamos a una variedad de situaciones. Podemos sentirnos atraídos por lo que nos molesta. Así que aléjate y dirige tu atención a otro lado.
  4. Practica calmando mantras y refranes. Tenga algo útil en su mente que disfrute: la letra de una canción favorita, un poema, un discurso de una película favorita, un fragmento de escritura. Cuando sienta que está entrando en un estado de ira, deténgase donde está y dirija su atención a las palabras positivas, divertidas o edificantes para que puedan ayudarlo a tomar una decisión consciente de no seguir ese camino. No espere poder hacer esto fácilmente en el acto; prepare las frases con anticipación para cuando las necesite.