Cómo 2 segundos pueden salvar su relación

Qué hacer en cada conversación, todos los días.

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Nos guste o no, la mayoría de nuestras decisiones se toman a nivel subliminal. Las empresas de publicidad entienden y explotan esto a diario. Por ejemplo, en un estudio basado en elegir entre vino francés y alemán, el 77 por ciento de los compradores de supermercados compraron vino francés cuando la música francesa se escuchaba por el altavoz. Cuando la música se cambió al alemán, el 73 por ciento del vino comprado era alemán. Es una verdad incómoda que nuestro cerebro subconsciente determina la gran mayoría de nuestros comportamientos.

Quizás no se haga ningún daño real en el ejemplo del supermercado, pero el daño puede ser más duradero en nuestras relaciones. Nuestro cerebro está conectado para adoptar un enfoque de “mejor prevenir que lamentar”, lo que significa que asume una postura defensiva sin consultar a nuestra mente consciente. Antes de que nos demos cuenta, literalmente, sentimos un arrebato de irritación y nos lanzamos a nuestro compañero, o lo interrumpimos a mitad de la frase con un “Sí, pero …” bien dirigido.

Una vez que comienza el proceso de escalada, el cuerpo hace clic en una rutina bien ensayada. Las emociones aumentan en intensidad, se distribuyen una gran cantidad de productos químicos en preparación para una confrontación, y nuestro habla acelera en velocidad y volumen. Si no tomamos una decisión consciente para cambiar de rumbo, de repente podemos encontrarnos en una conversación destructiva de culpas. Y las palabras pueden doler. Son como semillas que aterrizan en el corazón.

Entonces, ¿qué podemos hacer para mantener nuestro centro de gravedad? En 25 años de estudio, he descubierto que uno de los hábitos más efectivos para regular el flujo de un diálogo saludable es administrar el proceso de toma de turnos, mediante el cual pasamos la batuta entre el hablante y el oyente.

Tomar turnos puede parecer absurdamente simple. Después de todo, ¿qué puede complicarse con la idea de que una persona habla y luego la otra persona habla? De hecho, la dinámica de tomar turnos, el producto de 50,000 años de desarrollo del lenguaje, está más afinada y gloriosamente construida que los engranajes y resortes de un reloj suizo. Por ejemplo, ¿sabe que su voz sufre un ligero cambio en el tono cada vez que se acerca el final de su turno para hablar? ¿O que proporciona señales visuales sutiles que son escuchadas por el oyente a un nivel subliminal? Esto se repite cada vez que el altavoz cambia.

Debido a que tomar turnos opera en el fondo de nuestro pensamiento, no le prestamos la atención consciente que merece. Además, en nuestro mundo de estrés y escasez de tiempo, incluso una brecha de un segundo entre el hablante y el oyente puede sentirse como un lujo. Winston Churchill resumió la actitud prevaleciente bastante bien cuando dijo: ‘Deja de interrumpirme mientras te estoy interrumpiendo’. A medida que adoptamos la mentalidad de que la única forma de ser escuchado es gritando nuestras opiniones a través de un muro de ruido, no es de extrañar que los empleados digan que al menos un tercio de las reuniones de trabajo son una pérdida de tiempo y que el debate político es un fracaso.

Aquí hay dos hábitos con los que puedes experimentar en cada conversación:

  1. Observa la dinámica de turnos. Por ejemplo, observe cómo abandona la brecha sagrada entre hablar y escuchar cuando las emociones comienzan a aumentar. Dado que la belleza de “darse cuenta” es que introduce una opción, intente permitir que el otro orador termine lo que está diciendo sin interrupción y espere dos segundos antes de responder. Esto no es fácil, porque nuestro deseo de interrumpir puede ser abrumador, pero tampoco es imposible. La introducción de una pausa entre los oradores crea un espacio para pensar y tomar perspectivas, y permite que las personas se sientan escuchadas. Cuanto más en desacuerdo estés, más importante será la pausa.
  2. Acuerden conjuntamente que respetarán el valor de tomar turnos con sus colegas, familiares y compañeros. Las reuniones creativas de Jony Ive en Apple son famosas por largos períodos de silencio, lo que da tiempo para que la gente piense. Tales pausas solo son posibles si las personas se sienten seguras de que tendrán la oportunidad de hablar, lo que facilita la escucha. Demostrar la importancia de tomar turnos puede ser más difícil para las personas que amamos, lo que lo hace más necesario.

Tomar turnos es una práctica antigua, basada en valores de respeto y reciprocidad consagrados en el tiempo. En un mundo en el que la indignación es la rabia, la salud de nuestras relaciones puede depender de ello.

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Referencias

Bögels et al., Firmas neuronales de planificación de respuesta, Informes científicos, 2015.

De Ruiter et al., Proyectando el fin del turno de un orador, Linguistic Society of America, 2005.

Holler et al., Turn-Taking in Human Communicative Interaction, Frontiers in Psychology, 2015.

North, A & Hargreaves, David & McKendrick, Jennifer. (1999). La influencia de la música en la tienda en las selecciones de vinos. Revista de psicología aplicada. 84. 271-276.