Convertirse en bueno

Si alguien en nuestra sociedad quiere saber cómo perder peso, parecer más joven o tener "éxito", no hay escasez de consejos por ahí. Y, sin embargo, cuando se trata de un crecimiento en el carácter, es más difícil encontrar un consejo útil.

Hay muchas estrategias psicológicas para manejar el comportamiento. Una forma de evitar el comportamiento negativo es evitar entornos que puedan desencadenarlo. Como un ejemplo obvio, un alcohólico puede evitar los bares, o alguien que lucha con avaricia generalmente puede evitar los centros comerciales. Otra forma de controlar el comportamiento es ejercitando la fuerza de voluntad o el autocontrol. Un modelo de fuerza de voluntad incluye la afirmación de que es una habilidad aprendida. Del mismo modo que fortalecemos un músculo mediante el ejercicio, podemos hacer lo mismo con el autocontrol. Sin embargo, muchas personas desean un cambio más profundo de lo que estas estrategias pueden ofrecer, y es aquí donde las estrategias espirituales para la transformación del carácter son relevantes.

Necesitamos un cambio profundo, al nivel de nuestros deseos, creencias y disposiciones internas. Tal cambio es posible, pero para que ocurra, debemos hacer más que simplemente esforzarnos más. Como señala James Gould, "el cambio profundo requiere formación espiritual … los ejercicios espirituales graban (o habitúan) nuevas disposiciones en nuestros personajes". *

¿Cuáles son los ejercicios espirituales que pueden provocar tal transformación? Son actividades por las cuales cambiamos nuestras disposiciones internas . Algunos de estos son ejercicios de la mente, y otros son ejercicios del cuerpo. Gould analiza varios de estos (se enumeran más recursos al final de este artículo):

  • Meditación : enfocamos nuestras mentes en algo, insistiendo en ello de una manera sostenida y cuidadosa. Podemos meditar sobre nosotros mismos para que podamos ponernos en contacto con nuestros propios pensamientos, creencias y emociones. Esto nos permite identificar áreas que pueden ser disfuncionales. También podemos meditar sobre verdades y valores importantes, como la naturaleza y el valor de la compasión o los valores distorsionados que erróneamente nuestra cultura de consumo toma como verdaderos.
  • Lectura de formación : esta es la práctica de leer, estudiar y contemplar textos de sabiduría. La antigua práctica de lectio divina es un ejemplo de este tipo de lectura.
  • Diario : Poner nuestros pensamientos y sentimientos en papel nos permite procesarlos, en lugar de perseguirlos en nuestra cabeza. ¿Por qué sentí enojo con mi compañero de trabajo? ¿Qué me hizo impaciente con mi hijo? ¿Por qué en este caso yo sentí y actué desde la compasión? La claridad y el conocimiento que provienen del diario de esta manera son notables.
  • Autoexamen : nos involucramos en esto cuando pensamos y evaluamos nuestro propio progreso moral y espiritual. El objetivo no es acumular culpa, sino identificar y apreciar el progreso que hemos logrado, así como las áreas en las que debemos centrarnos para el crecimiento futuro.
  • Ayuno : Este es quizás el ejercicio más contracultural en la lista. Podemos ayunar de todos los alimentos, ciertos tipos de alimentos, alcohol, tecnología, redes sociales o cualquier otra cosa que implique abandonar el apetito durante un período de tiempo determinado. Esto no solo crea autodisciplina, sino que nos permite ver las formas equivocadas en que buscamos la comodidad o intentamos sobrellevar la vida. Cuando termina el ayuno, también podemos tener un renovado sentido de gratitud por lo que nos rendimos.

Existen otras disciplinas importantes, que incluyen la amistad profunda , el silencio , la soledad y el servicio . Si está motivado para experimentar con alguno de estos ejercicios, le sugiero que pruebe uno o dos que le parezcan más apropiados o interesantes.

Pero una palabra de advertencia: puede ser un proceso doloroso al principio. Por ejemplo, traté de hacer de un tiempo de silencio y soledad una práctica más regular en mi propia vida. En muchos sentidos, ha sido muy útil y refrescante, pero puede ser difícil cuando las emociones o pensamientos negativos salen a la superficie. Sin embargo, el progreso llega cuando lidiamos con tales cosas, y al final la práctica vale la pena. Si integramos prácticas espirituales en nuestras vidas, nuestros corazones y nuestras mentes, nuestro carácter, pueden transformarse. Y en muchas tradiciones, tanto religiosas como filosóficas, el buen carácter es crucial para la verdadera felicidad.

@michaelwaustin

* Esta publicación se basa en el excelente ensayo de James Gould, "Convirtiéndose en Bueno: El Papel de la Práctica Espiritual", Philosophical Practice 1 (2005): 135-147.

Recursos adicionales:

Michael W. Austin y R. Douglas Geivett, Being Good . 2012.

Ruth Barton, una invitación a la soledad y el silencio . 2004.

Roy Baumeister y John Tierney, Willpower . 2011.

Richard Foster, celebración de la disciplina . 1988.

Dallas Willard, El Espíritu de las Disciplinas . 1988.

http://spiritualityshoppe.org/

http://ruleoflife.com/