Dar o tomar crítica: mantenerse fresco, tranquilo y recogido

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Fuente: Bookboon

Su corazón late más rápido, usted respira más rápido, su presión arterial aumenta y usted puede transpirar. Si está haciendo ejercicio, probablemente acepte estas respuestas físicas como un signo de un buen entrenamiento. Tu sistema está en camino y estás en camino de ponerte en forma. Pero si está dando o recibiendo críticas, estas son señales claras de que probablemente esté a punto de perder su forma y descarrilarse del camino del éxito.

Para muchos de nosotros, la crítica evoca emociones fuertes, particularmente enojo, cuando lo recibimos y ansiedad cuando lo damos. Estas emociones, alimentadas por afirmaciones negativas de sí mismas, intensifican y aceleran nuestro sistema de excitación física hasta el punto de que interrumpe nuestro pensamiento.

Si tu excitación no se controla, pierdes tu agilidad mental. Si eres el destinatario, bloqueas automáticamente las críticas. Si usted es el dador, se vuelve rígido y enérgico en su entrega.

En cualquier caso, no poder permanecer relajado cuando estás dando o recibiendo críticas evitará que te mantengas concentrado cuando el calor esté encendido. Aquí es cuando las críticas se vuelven feas.

Por otro lado, si puedes mantenerte fresco y tranquilo durante el encuentro de crítica, podrás lidiar con la situación de manera más efectiva porque evitarás que tus emociones, en forma de actitud defensiva, obtengan lo mejor de ti. En cambio, podrá evaluar la situación con precisión y responder de manera adecuada.

Hay varias acciones que debes tomar que te ayudarán a mantenerte fresco y tranquilo cuando estás dando o recibiendo una crítica. El primero es volverse sensible a las respuestas fisiológicas que le dicen que se está volviendo inestable . Podrás usar estas respuestas como una señal, una advertencia de que tus emociones están empezando a salir de control. A continuación, puede hacer una intervención consciente para calmarse, lo que le permite evaluar las críticas por lo que vale la pena. Si usted es el dador, su excitación emocional le dirá si está demasiado enojado o ansioso por dar la crítica.

Puede comenzar a aprender cómo usar sus emociones como una señal de que las cosas podrían estar fuera de control al monitorear su nivel de excitación física en una variedad de situaciones. Por ejemplo, supervise usted mismo cuando esté descansando, leyendo un libro, haciendo ejercicio, apresurándose para ir a trabajar o siendo criticado. Concéntrese en su frecuencia respiratoria y frecuencia cardíaca, y sienta por qué difieren en las diferentes situaciones. Pronto notará que su sistema de excitación física es mucho más lento en reposo que cuando está apurado o enojado. Después de unos días de control, se volverá muy hábil para darse cuenta de cuándo su cuerpo se está acelerando.

En una situación crítica, esta sensibilidad física dará sus frutos, ya que le permitirá reconocer rápidamente que se está excitando; este reconocimiento servirá como una señal para calmarse, quizás al respirar conscientemente más lentamente. También puede usar su aumento de excitación física como una señal de que es hora de modificar sus auto declaraciones, ya que su excitación probablemente signifique que está pensando de forma contraproducente.

Una segunda forma de mantener la calma durante el acto de crítica es desarrollar una respuesta de relajación , la capacidad de calmarse rápidamente cuando lo desee, incluso en situaciones emocionalmente angustiosas. Su respuesta de relajación lo ayuda a mantener una actitud receptiva hacia la crítica porque mantiene la excitación emocional a un nivel que le permite pensar racionalmente.

En una situación de crítica, usar una respuesta de relajación probablemente evitará que te enojes a la defensiva. Permanece mentalmente flexible y puede evaluar y criticar de manera más efectiva.

Para desarrollar su respuesta de relajación, primero seleccione un ejercicio de relajación para practicar durante diez días. Un ejercicio de relajación popular a tener en cuenta es el procedimiento de tensión y relajación, que requiere que tense y relaje los diferentes grupos musculares de su cuerpo. Comience con los músculos de la pantorrilla y proceda a los muslos, el estómago, los hombros, el cuello y la frente. Aprieta cada grupo muscular durante aproximadamente treinta segundos y luego suéltalo. Al final del ejercicio, su cuerpo estará en un estado de relajación física. Si esto no le atrae, seleccione otro ejercicio. La clave, sin embargo, es practicar el ejercicio de relajación dentro de estos cuatro parámetros:

  • Estar en un ambiente tranquilo.
  • Estar en una posición física cómoda.
  • Tenga la misma imagen mental, palabra clave o frase clave en mente mientras practica.
  • Tener una actitud pasiva No intentes relajarte, deja que suceda.

Después de unos días practicando relajación, puedes concluir que no funciona. Tendrás razón. Se requieren de diez a catorce días para desarrollar una respuesta de relajación, del mismo modo que se necesitan dos semanas para que comience a ver el beneficio de cualquier programa de ejercicios.

Mantenerse fresco, tranquilo y reunido durante un encuentro de crítica no es lo más fácil de hacer, pero si puede hacerlo, encontrará que el poder de la crítica positiva es bastante relajante.

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