¿Demasiado entusiasmo es una mala cosa?

Imagine haber enfrentado una situación que provocó una gran cantidad de entusiasmo. Estar soltero durante mucho tiempo y, finalmente, conocer a alguien con quien te puedas imaginar pasando cada segundo. Imagine encontrar un trabajo que sea todo lo que ha estado buscando además de un gran sueldo. Estás emocionado y quieres saltar a estas situaciones sin frenos. ¿Es eso una buena idea? ¡La respuesta es sí!

Abrazar una nueva oportunidad con cada onza de entusiasmo que tenga puede tener muchas ventajas. En primer lugar, presenta una oportunidad de placer que permite que las endorfinas naturales te proporcionen un zumbido saludable. Dos, promueve el optimismo, que es el mejor antídoto para casi todo. Tercero, te ayuda a vivir el momento para que puedas apreciar y participar plenamente en el presente. En cuarto lugar, le brinda la oportunidad de saborear su buena suerte para que en tiempos menos afortunados pueda recordar este gran momento. Por todos estos motivos, ¡aprende a abrazar tu buena suerte, enfréntate a ella con entusiasmo y dale todo lo que tienes!

¿Hay un inconveniente? Un paciente me dijo que temía que si él era "Demasiado Gung Ho", la desilusión podría resultar. La realidad es que cualquier situación puede no ser lo que esperabas. Puede sentirse decepcionado, pero ¿no le molesta menos si fuera menos entusiasta? La decepción es una decepción, independientemente de la intensidad; todavía es una sensación desagradable. Recuerde que todos nos hemos sentido decepcionados y, aunque deseamos poder evitarlo, no podemos. Pero, la decepción no es nada que temer. Es una emoción desagradable a corto plazo que se desvanecerá con el tiempo. No permita que ese miedo se interponga en su camino de captar las oportunidades positivas que se presentan. Acepta la buena suerte que tienes, almacena la memoria, revivirla, y saber lo que pase, nada puede quitar esa experiencia. Para eso, es un componente esencial para la confianza sostenible.