Dos palabras que hacen que pedir ayuda sea mucho más fácil

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Fuente: LeventeGyori / Shutterstock

Es probable que todos nosotros hayamos dudado en hacer una pregunta en un momento u otro por temor a que parezcamos estúpidos. También es probable que nos hayamos negado a pedir ayuda cuando podríamos haberla usado realmente, porque no queríamos parecer débiles.

Pero pedir ayuda, ya sea que desee aclaraciones sobre algo que no entiende o si está luchando contra la depresión, es un signo de fortaleza, incluso si nuestra cultura a menudo intenta convencernos de lo contrario.

Factores que nos impiden pedir ayuda

Hay muchas razones por las cuales a las personas no les gusta pedir ayuda. Un estudio de 2017 que examinó los factores que impiden que los hombres deprimidos busquen ayuda, resume muchas de las razones por las cuales las personas no buscan ayuda cuando la necesitan.

Estas fueron algunas de las principales razones por las cuales los hombres no pidieron ayuda:

"Pensaría menos de mí mismo por necesitar ayuda".
"No valió la pena buscar ayuda para el problema".
"No sabría qué tipo de ayuda está disponible".
"El problema es vergonzoso".
"No me gusta hablar sobre mis sentimientos".

Si bien esa lista específicamente examinó por qué los hombres no buscan ayuda para la depresión, muchas de sus razones parecen aplicarse a otras situaciones también.

Las emociones como el miedo y el orgullo a menudo están en la raíz del problema. Los problemas de autoestima también impiden que las personas pidan ayuda. Algunas personas se preocupan admitiendo que sus defectos serán un golpe tan fuerte para su autoestima que se desmoronarán.

Otras personas se sienten impotentes. Están convencidos de que no importa a quién pidan ayuda, o cuántas veces pregunten, no recibirán la ayuda que necesitan.

Cómo encontrar el coraje para pedir ayuda

Ya sea que experimente depresión o ansiedad, o necesite más ayuda para cuidar a los niños, se necesita coraje para pedir ayuda.

Si pretendes que tienes todo junto cuando no lo haces, no estás siendo mentalmente fuerte; solo estás actuando duro. Ignorar su dolor, enmascarar sus debilidades y reprimir sus emociones no lo hará sentir mejor.

Recuérdate que pedir ayuda significa que eres lo suficientemente fuerte para admitir que no tienes todas las respuestas, y esa es una verdadera señal de fortaleza. Significa que estás tratando de enfrentar las emociones incómodas como la humildad, el miedo y la vergüenza de frente. También significa que estás dispuesto a ser vulnerable.

Dos palabras que pueden comenzar

A veces, es difícil encontrar las palabras correctas para pedir ayuda. ¿Cómo le preguntas a tu pareja que te ayude más en la casa? ¿O cómo le preguntas a tu jefe por más tiempo para hacer un proyecto?

Comience diciendo: "Estoy luchando". Esas dos palabras reconocen que está teniendo dificultades. Y abrirán el diálogo para comenzar a abordar el problema. Si está luchando para lidiar con el estrés y desea iniciar una conversación con su médico, o si está teniendo problemas para aprobar su clase de la universidad y quiere hablar con su profesor, inicie la conversación de inmediato.

La mejor noticia es que pedir ayuda desarrolla el músculo mental que necesita para volverse mentalmente más fuerte. Con el tiempo, pedir ayuda se vuelve más fácil, y mientras más apoyo obtengas, mejor equipado estarás para enfrentar desafíos más grandes.

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