Escuchar profundamente en las relaciones personales

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Fuente: people_pixaby

En su mayor parte, en todas las relaciones hay una persona que habla y otra que escucha. Pero . . . es el oyente realmente escuchando? Muchas personas piensan que son mejores oyentes de lo que los estudios demuestran que realmente son.

El objetivo de la escucha profunda es adquirir información, comprender a una persona o una situación, y experimentar placer. La escucha activa se trata de tomar una decisión consciente de escuchar lo que dice la gente. Se trata de estar completamente centrado en los demás, sus palabras y sus mensajes, sin distraerse.

Se ha dicho que una de las razones más comunes por las que las personas ven a los terapeutas es que escuchen sus historias. Para que tu historia sea escuchada, necesitas tener un oyente. Las habilidades de escucha y empatía son las características de buenos comunicadores, líderes y terapeutas. Se puede aprender a escuchar, pero la realidad es que algunas personas tienden a ser mejores oyentes que otras.

La importancia de escuchar en las relaciones interpersonales no se puede exagerar. Un estudio realizado por Faye Doell (2003) mostró que hay dos tipos diferentes de escuchar: "escuchar para comprender" y "escuchar para responder". Aquellos que "escuchan para comprender" tienen una mayor satisfacción en sus relaciones interpersonales que otros. Si bien las personas pueden pensar que podrían estar escuchando para comprender, lo que realmente están haciendo es esperar para responder.

Y, cuando las personas intentan "arreglar" a otras personas, a menudo responden a su propia necesidad de influencia. El mismo estudio mostró que las parejas que se sometieron a terapia juntas tienden a ser mejores oyentes que otras porque han recogido algunos consejos valiosos en el camino. Se ha dicho que las mujeres generalmente quieren ser escuchadas, y los hombres quieren arreglar o responder.

Según el psicólogo Carl Rogers, la escucha activa o profunda es el corazón de cada relación saludable. También es la forma más efectiva de generar crecimiento y cambio. Aquellos que son escuchados tienden a ser más abiertos, más democráticos en sus formas, y con frecuencia son menos defensivos. Los buenos oyentes se abstienen de emitir juicios y proporcionan un entorno seguro y un contenedor para los oradores.

Al escuchar con atención cuando alguien habla, les decimos que nos importa lo que están diciendo. También es importante recordar que escuchar es contagioso. Cuando escuchamos a los demás, es probable que estén más inclinados a escucharnos.

La buena noticia es que podemos aprender a ser mejores oyentes; sin embargo, escuchar requiere práctica. Mientras más lo hagamos, mejor lo haremos, y más positivas serán nuestras relaciones interpersonales. Como dice Jon Kabat-Zinn en su libro Wherever You Go Are Are, todo requiere práctica. Necesitamos solo mantenerlo.

Aquí hay algunos consejos para ser un mejor oyente:

  • Ponte en la mente del hablante.
  • Escuche el significado.
  • Presta atención al lenguaje corporal.
  • Cultivar la empatía
  • Evita hacer juicios.
  • Mire a los ojos de los demás cuando están hablando.
  • Presta atención a los sentimientos asociados con las palabras.
  • Observe el tono y la inflexión del hablante.
  • Repite con tus propias palabras lo que alguien te dijo (reflexión empática).
  • Reconoce que estás escuchando asintiendo o diciendo "Uh-huh".
  • Ocasionalmente, resuma los comentarios de los demás cuando se les presente la oportunidad.