Insight: entender lo que nos hace funcionar

Albert Einstein definió la locura como hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes. Según esa definición, todos a veces, si no a menudo, estamos locos. ¿Cómo puede ser que la gente perfectamente inteligente haga cosas tan obviamente contraproducentes la mayor parte del tiempo? ¿Por qué hacemos las cosas que sabemos que no debemos hacer, y por qué no hacemos las cosas que sabemos que debemos hacer?

La respuesta simple a estas preguntas es que nuestra mente inconsciente influye mucho en todo lo que hacemos. Comprender las características de la mente inconsciente es la clave para hacer cambios duraderos. No podemos trabajar para mejorar algo que no entendemos, y esta es la base de la idea psicoanalítica de que la visión conduce al cambio. Primero tenemos que entender lo que nos motiva.

Uno de los principios básicos del psicoanálisis es que la mente es como un glaciar. Gran parte de lo que nos motiva y nos preocupa-nos retiene y nos empuja hacia adelante-se encuentra debajo de la superficie. Hacemos nuestro mejor esfuerzo para trabajar con lo que sabemos: la punta del glaciar, la mente consciente. Pero fuerzas poderosas se encuentran debajo de la superficie, la mente inconsciente. El psicoanálisis es una de las formas más desarrolladas para obtener acceso y comprensión a la mente inconsciente, y así tener la oportunidad de influir en ella para mejor.

Melanie Klein, una psicoanalista que desarrolló las ideas de Sigmund Freud en Londres, creía que el inconsciente nos afecta desde el comienzo de la vida. Cada uno de nosotros viene al mundo preprogramado para experimentar la vida de ciertas maneras. Algunos de nosotros somos más sensibles que otros. Algunos son tímidos, otros extrovertidos. Algunos son más propensos a la agresión, otros se retiran ante el conflicto y la ansiedad. Algunos se inclinan más por el intelecto, otros por la emoción. Este cableado que comúnmente se conoce como temperamento es el lado natural del equilibrio naturaleza-crianza que da forma a la forma en que se desarrolla una personalidad. Si tienes alguna experiencia con bebés, ¡sabes exactamente de lo que estoy hablando!

Cada uno de nosotros viene al mundo con expectativas de cómo el mundo nos tratará y cómo responderemos, y entonces nuestras primeras experiencias confirman o desafían estas concepciones. Una experiencia familiar particularmente cálida puede suavizar los bordes afilados de un temperamento espinoso de puerco espín. Una experiencia familiar hostil y perfeccionista puede intensificar esa misma predisposición. Un entorno abusivo puede debilitar la resolución y la capacidad de recuperación de incluso la personalidad más optimista, y un entorno propicio y desafiante puede fomentar su gran éxito en la vida. Somos una combinación de nuestro cableado y el sistema operativo de nuestro primer entorno.

El poder del inconsciente radica en su tendencia a repetir estos patrones que se establecen en los primeros meses de nuestras vidas. Vivimos estas experiencias internas y externas una y otra vez, y muchas veces no lo sabemos y no podemos verlo. Los psicoanalistas buscan ayudarnos a comprender cómo operamos inconscientemente, por qué hacemos las cosas que hacemos, para que podamos saber más y más sobre estas fortalezas, debilidades, puntos ciegos y vulnerabilidades únicas. Al comprender lo que nos motiva, el inconsciente se introduce en el mundo de la conciencia. Solo entonces podemos comenzar a tomar decisiones diferentes y hacer cambios que duren.

Una de las frases famosas de Freud es dónde estaba id, allí estará el ego. La versión moderna de esta idea es que donde estaba el inconsciente, lo consciente debe ser. Hay secretos que guardamos, incluso de nosotros mismos. La sabiduría del psicoanálisis puede sacar estos secretos de la clandestinidad a la luz del día. Comprendernos a nosotros mismos es el comienzo para cambiarnos a nosotros mismos. Por sí mismo, la visión no es suficiente; pero es el primer paso esencial para cambiar nuestros caminos.