La paradoja de la obesidad: replantear lo que pensamos que sabíamos

La ciencia, como todas las cosas, es imperfecta. A través de la experimentación y la investigación, hacemos nuestras mejores conjeturas. A veces creemos que entendemos, solo para descubrir más tarde que la realidad puede ser bastante diferente de lo que pensamos. La obesidad parece ser una de esas cosas.

Durante décadas, hemos creído que la obesidad es una plaga para los estadounidenses y nuestro sistema de atención médica, y de alguna manera, esto es así. Para algunos, la obesidad puede aumentar el riesgo de diabetes, presión arterial alta, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y otros problemas de salud. Sin embargo, se está prestando cada vez más atención a la "paradoja de la obesidad" llamada así porque, por extraño que parezca, es posible tener sobrepeso, incluso levemente obeso según los estándares clínicos, y un menor riesgo de muerte que las personas más delgadas.

Lo que creemos que sabemos

Desde el siglo XIX, el índice de masa corporal ha sido una de las principales herramientas utilizadas para determinar si alguien tiene un peso saludable. Las personas con un IMC inferior a 18.5 se consideran con bajo peso, de 18.5 a 24.9 es el rango normal, y de 25 a 29.9 se considera con sobrepeso. Las personas con un IMC mayor de 30 se consideran obesas, una categoría que ahora se ha subdividido en tres grados.

Lo que estamos aprendiendo

Como una única talla para todas las categorizaciones, el IMC puede ser un indicador inexacto de la salud en algunos casos. Su caída es que ignora la edad, el género, la discapacidad, el historial de la enfermedad y la composición corporal, sin mencionar el nivel de actividad y de dónde provienen los kilos de más (por ejemplo, alimentos integrales ricos en nutrientes o alimentos procesados). Además, no tiene en cuenta otros factores que pueden influir en la salud, incluida la presión arterial, los niveles de lípidos, la circunferencia de la cintura y el azúcar en la sangre, entre otros.

Mientras que el IMC puede ser una guía útil, es solo una pequeña parte de la historia general de salud. Esta fue una importante lección extraída de una revisión reciente de casi 100 estudios previos que evaluaron a casi tres millones de personas, en la que los investigadores encontraron que la obesidad de Grado 1 (un IMC de 30 a 34,9) no aumentaba el riesgo de muerte. De hecho, las personas que tenían sobrepeso o eran ligeramente obesas tenían aproximadamente un 6 por ciento menos de riesgo de morir que las personas de peso normal.

Pero no corras por el refrigerador por el momento. Los investigadores encontraron que la obesidad de Grado 2 o 3 (un IMC de más de 35) se asoció con un riesgo de muerte casi 30 por ciento mayor. Sin embargo, incluso en estos niveles de obesidad, lo más importante es el estilo de vida, no el número en la escala.

Entonces, ¿es posible que tener un sobrepeso moderado realmente pueda tener un efecto protector sobre la salud? Se han realizado estudios en una variedad de poblaciones, incluidas aquellas con insuficiencia cardíaca, enfermedad renal o hepática crónica, hipertensión, accidente cerebrovascular, diabetes y otras afecciones, todas las cuales muestran que los pacientes con sobrepeso viven más tiempo que sus pares más delgados .

¿Cómo podría ser esto? Las respuestas siguen siendo inciertas, pero hay varias explicaciones posibles:

  • La grasa corporal podría crear una barrera protectora contra lesiones o secretar hormonas u otros químicos que protegen contra las enfermedades.
  • Tener reservas de energía podría proporcionar apoyo nutricional en tiempos de enfermedad.
  • Las personas obesas pueden recibir un tratamiento más agresivo anteriormente, ya que los profesionales médicos reconocen la obesidad como un factor de riesgo para los problemas de salud.
  • Las personas más delgadas que desarrollan enfermedades crónicas pueden tener variantes genéticas que los hacen más vulnerables a la enfermedad.

La pérdida de peso no es necesariamente la mejor receta para personas con sobrepeso o moderadamente obesas, especialmente si tienen una enfermedad crónica.

Una posibilidad adicional es que a la ciencia le falta algo. Hay una serie de factores que podrían confundir los hallazgos del estudio, que incluyen la edad, los factores socioeconómicos, la distribución de grasa (la comparación manzanas versus peras), el uso de medicamentos, el tabaquismo y la presencia de comorbilidades.

Lo que la paradoja de la obesidad significa para ti

A pesar de las limitaciones de la investigación existente y las muchas preguntas sin respuesta, la paradoja de la obesidad merece mayor consideración. Para las personas que tratan de maximizar su salud y longevidad, la recomendación no es tan simple como "No comer demasiado" o "Bajar de peso". Si consumes una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos integrales, físicamente activo, tener un poco de sobrepeso puede no ser un problema.

Como profesionales del cuidado de la salud, debemos mirar el cuadro completo cuando asesoramos a nuestros pacientes, no simplemente el número en la báscula. La mayoría de los estudios apoyarían la recomendación de que las personas con obesidad severa se beneficiarían de los cambios en el estilo de vida que no solo podrían mejorar su salud sino también su calidad de vida. Pero para aquellos que tienen sobrepeso moderado, especialmente si tienen una enfermedad crónica o son de edad avanzada, la pérdida de peso puede no ser la primera línea de tratamiento.