Mating y Memory for Faces

Recordar caras es más fácil si las juzga por su atractivo.

Joanna Malinowska/freestocks

Fuente: Joanna Malinowska / freestocks

¿Qué tan bueno es tu memoria para la gente que conoces? Algunos dicen que nunca olviden una cara. En el otro extremo están aquellos que sufren de ceguera total de la cara, y nunca reconocen a nadie de una reunión a otra.

Josefa Pandeirada, una psicóloga de la Universidad de Aveiro en Portugal, se preguntó si nuestra memoria de caras podría depender de cómo las encontremos. Junto con sus colegas en Portugal y Estados Unidos realizó un experimento para averiguarlo.

En la primera parte del experimento, 70 mujeres en edad de estudiar vieron una serie de caras masculinas en la pantalla de una computadora. Cada cara apareció junto a una descripción. Por ejemplo, “tiene un buen sentido del humor“, “le gusta comer atún” o “generalmente causa conflictos”. Como puede ver, algunas de estas descripciones fueron positivas, algunas neutrales y otras negativas.

La tarea de los voluntarios era calificar en una escala de 6 puntos la conveniencia de cada hombre. La mitad de los voluntarios juzgaron la conveniencia de los hombres para una relación romántica a largo plazo. Los voluntarios restantes juzgaron a los hombres por una relación laboral a largo plazo: ¿debería ser contratado para unirse a su compañía? Luego, todos los voluntarios completaron una tarea no relacionada durante tres minutos.

En este punto, los voluntarios pensaron que el experimento había terminado. ¡Pero no! Les dieron una última tarea: mirar algunas caras y decidir si cada una era nueva o si la habían visto antes. Cuando reconocieron a alguien, los voluntarios trataron de recordar si previamente habían juzgado a esa persona como deseable, indeseable o neutral.

¿Su memoria de las caras se vería afectada por el tipo de juicio que habían hecho? ¿Sería más fácil recordar a los hombres juzgados por una relación romántica que a los hombres juzgados por una relación de trabajo?

La respuesta rápida es si”. Las mujeres en el grupo de “apareamiento” eran más precisas que las del grupo “trabajador” al reconocer las caras que habían visto antes. Las mujeres en el grupo de “apareamiento” también fueron más capaces de recordar si previamente habían clasificado a un hombre como deseable, indeseable o neutral: tenían razón el 47 por ciento de las veces. Las mujeres del grupo “trabajador”, que habían calificado a los hombres por su atractivo como colegas de trabajo, recordaban correctamente sus juicios solo el 35% del tiempo (se esperaría que las mujeres supusieran haber acertado el 33% del tiempo).

Pandeirada y sus colegas sospechan que sus resultados pueden ser explicados por la teoría de la evolución. Es decir, nuestras habilidades de memoria probablemente evolucionaron porque fueron útiles para nuestros antepasados ​​en la resolución de problemas. Pero no todos los problemas son igualmente importantes, y es probable que las decisiones sobre parejas románticas sean algunas de las consecuencias más importantes que enfrentan los seres humanos.

Los científicos que trabajan en otros laboratorios también han demostrado que nuestra memoria es mejor para los indicadores de contaminación que para la limpieza, y para las criaturas vivas que para los objetos inanimados. Ambos hallazgos son consistentes con la explicación evolutiva de Pandeirada porque los humanos están motivados para evitar enfermedades y depredadores.

Referencias

Pandeirada, JNS, Fernandes, NL, Vasconcelos, M., y Nairne, JS (2017). Memoria adaptativa: recordar compañeros potenciales. Psicología Evolutiva, 15 (4). Lea el papel.