Niños geniales que envían mensajes incorrectos

Como padres, nos avergonzamos cuando nuestros hijos son socialmente incómodos. Sabemos aquellos momentos en los que molestan a otros niños, o no saben cómo hacer un amigo, o simplemente envían el mensaje equivocado. Todo lo que queremos es que sean felices y exitosos en la vida. Tener buenas habilidades sociales es importante para ambos. Según un estudio de la Harvard Graduate School of Education, "la competencia de las habilidades sociales impacta cada momento de la vida de un niño. Es un mejor predictor del éxito y la felicidad de un niño como adulto, más que las calificaciones. "Todos realmente sabíamos esto. Las personas que tienen éxito como adultos no son necesariamente las que tienen los más altos promedios de calificaciones o puntuaciones SAT.

Si todos los niños tuvieran este instinto clavado, o si fuera como una tarjeta de memoria, podríamos meternos en sus cabezas. Desde el punto de vista de los padres, el dolor de tener un hijo que diga: "A nadie le gusto" es intenso. Queremos ayudar y no sabemos cómo. Asesoramos, regañamos y organizamos las fechas de juego, esperando que algo haga clic. A veces sucede, otras veces no. No todos salen de eso.

Daniel Goleman, en Inteligencia Social: La Nueva Ciencia de las Relaciones Humanas, sugiere que la necesidad y la capacidad de ser social está conectada a nuestros cerebros. Algunos de nosotros tenemos un mejor cableado que otros. Pero aquellos cuyo cableado es un poco defectuoso pueden aprender las habilidades necesarias para hacer un mejor trabajo.

Toma a Brian. Brian tiene diez años. Es un buen jugador de baloncesto: marcó dos goles en el último juego. Está emocionado de jugar hoy, pero comienza a hacer pucheros y cruza los brazos cuando el entrenador no lo llama como titular. El entrenador le echa una mirada a Brian, pero Brian no entiende el mensaje. El entrenador llama a Greg, que ha estado mirando la jugada y animando a sus compañeros de equipo. Brian está enviando el mensaje equivocado: solo me preocupo por mí mismo. Greg está enviando el mensaje correcto: soy un jugador de equipo. Brian no tiene idea de por qué no tiene más tiempo de juego. Se va a casa y se queja: "El entrenador es cruel".

Muchos de nosotros tenemos un Brian en nuestras manos. Brian necesita enviar mensajes a través de un mejor lenguaje corporal. Brian no es realmente egoísta: solo reacciona. Él necesita observar el comportamiento no verbal, en la televisión, en otras personas. Y los padres pueden ayudar a señalar esto. Los niños recogen rápidamente cómo funciona el lenguaje no verbal una vez que están conscientes de ello. Y ese es un gran paso en la dirección correcta.