Niños Morales: Familia y Hábitos

Las familias sientan las bases para un buen carácter. Es de los más cercanos a nosotros como niños, padres principalmente, pero no solo, que formamos la base sobre la cual construimos nuestro carácter.

De aquellos que nos mantienen más cerca, nos guían (o no), nos apoyan (o no) y nos aman (o no), desarrollamos los hábitos de carácter, buenos o malos. Sin una base sólida y buena, sin los hábitos de toda la vida de hacer el bien y preocuparse por lo que es correcto, siempre habrá una debilidad, como una casa con pisos defectuosos y puertas mal alineadas.

Pero las debilidades no necesitan ser fatales; pueden, con la atención y la corrección adecuadas, ser compensados, apoyados y construidos alrededor.

No podemos cambiar nuestra base pero podemos desarrollar nuevos hábitos. Esto se logra encontrando personas cuyo carácter admiramos, emulando sus buenos rasgos y teniendo fe en nuestra capacidad para mejorar con el tiempo. Al creer que el tipo de personas que somos, importa que desarrollemos el carácter que tenemos en alta estima.