5 patrones de desorden de compra compulsivo

¿Cómo sabes que tienes una adicción a las compras?

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El comportamiento compulsivo se refiere a la repetición continua de un comportamiento a pesar de las consecuencias adversas. Las compulsiones son alimentadas por las obsesiones (por ejemplo, pensamientos intrusivos de contaminaciones). Trastorno de compra compulsiva (CBD) caracterizado por una preocupación excesiva o un control deficiente de los impulsos con las compras, y consecuencias adversas, como conflictos matrimoniales y problemas financieros.

Se puede decir que alrededor del 6% de la población de EE. UU. Tiene un comportamiento compulsivo de compra, y el 80% de los compradores compulsivos son mujeres. Muchas mujeres han sido socializadas desde una edad muy temprana para disfrutar de las compras con sus madres y amigos (Workman & Paper, 2010). Sin embargo, es probable que el comportamiento compulsivo de compra aumente para los hombres con la evolución del comercio digital. Ahora es mucho más rápido y más fácil encontrar lo que estás buscando.

El trastorno de compra compulsiva (CBD) es similar a la adicción al comportamiento, como los atracones y el juego (Lawrence et al., 2014). El gasto compulsivo frecuentemente ocurre junto con otras enfermedades mentales como la depresión, la ansiedad y los trastornos alimentarios. A diferencia de otras adicciones, que tienen lugar en los adolescentes, el gasto de las adicciones se desarrolla principalmente en los años 30 cuando las personas logran la independencia financiera.

CBD no aparece como una adicción. Sin embargo, el trastorno parece compartir ciertas características comunes en los trastornos adictivos (Black, 2012).

1. Compra de impulso. Los compradores compulsivos a menudo compran cosas por impulso de las que pueden prescindir. Y a menudo tratan de ocultar sus hábitos de compra. Gastar sin una reflexión adecuada puede dar como resultado tener muchos artículos sin abrir (cajas de zapatos o ropa) en sus armarios mientras continúan el ciclo de compra. Compradores compulsivos pueden convertirse en acaparadores más adelante en la vida después de que sus productos se hayan acumulado con el tiempo (Mueller, 2007).

2. Compradores altos. Los compradores compulsivos experimentan una oleada de emoción cuando compran. La experiencia eufórica (sentirse feliz o poderosa) no es poseer algo sino el acto de comprarlo. Esta avalancha de emoción a menudo se experimenta cuando ven un artículo deseable y consideran comprarlo. Y esta emoción puede volverse adictiva.

3. Ir de compras para amortiguar las emociones desagradables. Las compras compulsivas son un intento de llenar un vacío emocional, como la soledad, la falta de control o la falta de autoestima. A menudo, un estado de ánimo negativo, como una discusión o frustración desencadena el impulso de comprar. Sin embargo, la disminución de las emociones negativas es temporal y se sustituye por un aumento de la ansiedad o la culpa (Donnelly et al., 2016).

4. Culpa y remordimiento. Las compras son seguidas por sentimientos de remordimiento. Se sienten culpables e irresponsables por compras que perciben como indulgentes. El resultado puede ser un círculo vicioso, es decir, la sensación negativa alimenta otra “solución”, la compra de otra cosa.

5. El dolor de pagar. Pagar con efectivo es más doloroso que pagar con tarjetas de crédito (Ariely and Kreisler, 2017). La principal fuerza psicológica de las tarjetas de crédito es que separan el placer de comprar del dolor de pagar. Las tarjetas de crédito nos seducen para pensar en los aspectos positivos de una compra. De hecho, el CDB solo prevalece en los países desarrollados donde existe un sistema de crédito y una cultura de consumo.

Cómo contener el impulso de gastar? El primer paso más efectivo en el tratamiento es identificar por qué y cómo sus compras inicialmente se convirtieron en un problema. Una estrategia útil es realizar un seguimiento de sus factores desencadenantes (emociones negativas como conflictos familiares, ansiedad o soledad). Y hay que recordar que los bienes y servicios materiales adicionales inicialmente proporcionan placer adicional, pero generalmente es temporal. El placer extra desaparece. También es útil enfatizar la importancia de administrar tarjetas de crédito o deshacerse de las tarjetas de crédito. Es un hecho conocido que el uso de efectivo tiende a reducir el gasto excesivo.

Referencias

Ariely D. y Kreisler J. (2017). Dólares y Sentido. NY: editor de HarperCollins

Black DW, Shaw M, McCormick B, Bayless JD, Allen J. (2012) Rendimiento neuropsicológico, impulsividad, síntomas de TDAH y búsqueda de novedad en el trastorno compulsivo de compra. Res. Psiquiatría. 200 (2): 581-587.

Donnelly et al. (2016) Comprando sentimientos negativos contundentes: escape materialista del yo

Lawrence LM, Ciorciari J, Kyrios M. (2014). Procesos cognitivos asociados con comportamientos de compra compulsivos y coherencia de EEG relacionada. Psiquiatría Res Neuroimagen; 221 (1): 97-103.

Mueller A, Mueller U, Albert P, et al. (2007). Acaparamiento en una muestra de compra compulsiva. J Behav Ther Exp Psych; 45 (11): 2754-63.

Workman, L., y Paper, D. (2010). Compra compulsiva: un marco teórico. The Journal of Business Enquiry, 9, 89-126.