¿Cómo se diagnostica una enfermedad mental?

Obtener una evaluación profesional es fundamental.

A menudo me hacen muchas preguntas sobre cómo se diagnostican las enfermedades mentales. ¿Cuál es el proceso de diagnóstico? ¿Cómo se determina un diagnóstico específico? ¿Los diagnósticos son útiles o dañinos? Intentemos abordar algunas de estas preguntas frecuentes ahora.

¿Cómo se diagnostican las enfermedades mentales?

La palabra diagnóstico se define de dos maneras diferentes. No solo significa “el acto de identificar una enfermedad, enfermedad o problema al examinar a alguien” sino que también se refiere a “una declaración o conclusión que describe una enfermedad o enfermedad”. De manera similar, el proceso para diagnosticar una enfermedad mental refleja ambos estas definiciones y se pueden resumir en tres pasos principales:

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Fuente: devon / CanStockPhoto

1. Recopilación de información

Un profesional de la salud mental primero reunirá información de una persona a través de una entrevista detallada que incluye conocer las principales preocupaciones de la persona, sus síntomas y su historial de vida. A veces se obtiene información adicional de la familia o los cuidadores de la persona y de los registros de tratamiento anteriores. Se puede incluir un examen físico, pruebas de laboratorio y cuestionarios psicológicos, a menudo para descartar otras enfermedades.

2. Reducir las opciones

A medida que se obtenga e integre toda esta información, el profesional comenzará a determinar si los síntomas de la persona coinciden con uno o más diagnósticos oficiales. Cada diagnóstico se compone de una lista de signos o síntomas comunes. El profesional comparará los síntomas que la persona está experimentando con la lista de síntomas que comprende un diagnóstico específico. Si los síntomas de la persona coinciden estrechamente con los de la lista oficial de un trastorno en particular, se puede hacer el diagnóstico.

3. Formando una impresión de diagnóstico

Después de que se revisa toda la información, el profesional formará una impresión inicial o tentativa, utilizando términos de diagnóstico establecidos. Existen más de doscientos diagnósticos diferentes para trastornos mentales. Por ejemplo, la esquizofrenia, el trastorno bipolar, la agorafobia y el trastorno por consumo de alcohol son ejemplos de diagnósticos. No es inusual que alguien tenga más de un diagnóstico, especialmente si están lidiando con múltiples problemas al mismo tiempo.

¿Cuáles son algunos de los beneficios de un diagnóstico preciso?

Obtener un diagnóstico preciso puede ser útil de varias maneras:

  • Obtener el diagnóstico correcto es un paso extremadamente importante porque se pueden recomendar y comenzar tratamientos efectivos para esa enfermedad.
  • Comprender su diagnóstico puede ser una fuente de esperanza y alivio. Empieza a aprender que su condición es compartida por otros, que hay tratamientos efectivos disponibles y que la recuperación es posible.
  • Los proveedores de servicios de salud usan términos de diagnóstico para comunicarse con otros profesionales para coordinar el tratamiento.
  • Por lo general, las compañías de seguros exigen un diagnóstico formal para reembolsar al proveedor por su atención y tratamiento.

¿Cuáles son algunas de las preocupaciones sobre el diagnóstico?

El diagnóstico de una enfermedad mental no está exento de posibles inconvenientes. Algunos de estos incluyen:

  • Algunas veces se hace un diagnóstico equivocado. Diferentes enfermedades pueden tener síntomas similares, por lo que puede parecer que una persona tiene una enfermedad cuando en realidad tienen otra. Además, es posible que el proveedor de atención médica no tenga suficiente información sobre la persona o sus síntomas para llegar al diagnóstico correcto.
  • Cuando se realiza un diagnóstico incorrecto, se pueden recomendar tratamientos incorrectos, que podrían ser de poco o ningún beneficio, o incluso perjudiciales para la persona.
  • En ocasiones, una persona “acepta” su diagnóstico y comienza a actuar de una manera coherente con la forma en que piensan que se comportaría una persona con esa enfermedad. Por ejemplo, si una persona se ve a sí misma como “deprimida”, puede limitarse a sí misma y actuar como supone que una persona deprimida podría comportarse, como retirarse de otras personas o no mostrar mucha emoción.
  • Algunos diagnósticos y etiquetas relacionadas con enfermedades mentales o adicciones crean prejuicios o discriminación cuando se usan de manera inapropiada. Esto podría significar que la persona con el diagnóstico recibe un trato injusto, se le niegan servicios u oportunidades, se le ridiculiza o puede recibir reacciones negativas de los demás porque se los ha etiquetado como “enfermos mentales”.

Puede ver cómo el diagnóstico de las condiciones de salud mental a menudo es un tema muy delicado. ¿Dónde estoy parado? Si bien entiendo completamente las inquietudes relacionadas con el diagnóstico, creo que es importante contar con una determinación precisa de la afección por un profesional de la salud para beneficiarse de las opciones más efectivas de tratamiento y recuperación.

Copyright David Susman 2018