Conciencia, atención y atención consciente

La conciencia -la conciencia subjetiva de varias cosas, como objetos visuales, eventos, pensamientos y emociones- es de interés para muchos académicos, incluidos teólogos, filósofos y psicólogos. Si bien en un momento se pensó que era absurdo estudiar la conciencia empíricamente, los avances recientes en la neurociencia cognitiva y sus técnicas de visualización (p. Ej., FMRI, EEG) han permitido probar mecanismos cerebrales directamente relacionados con la conciencia. Los estudios sobre la atención visual tienen particular relevancia para la experiencia consciente, y muchos científicos han asociado algunas formas de atención con la conciencia. Es esta área la que encontramos más interesante y por lo tanto enfocaremos gran parte de nuestra discusión.

Argumentaremos que la conciencia tiene cierta superposición con la atención visual (y esto debería extenderse a la atención en otras modalidades), pero en su mayor parte, la conciencia y la atención pueden considerarse formas distintas de estados mentales. Nos enfocamos en la atención visual ya que es un área que se ha estudiado extensamente en la psicología cognitiva y tiene implicaciones claras para la experiencia consciente.

Ofrecemos cuatro argumentos principales que ayudan a explicar la relación entre la conciencia y la atención visual:

  1. El primer argumento es que una gran cantidad de investigación muestra que muchas formas de atención, incluso a nivel personal, ocurren automáticamente y sin conciencia consciente .
  2. En segundo lugar, argumentamos que la mayoría de los puntos de vista filosóficos sobre la naturaleza de la conciencia implican algunos niveles de disociación entre la conciencia y la atención.
  3. Tercero, afirmamos que hay un tipo distintivo de atención consciente que no se puede reducir a la atención o la conciencia.
  4. Y cuarto, las consideraciones sobre la evolución sugieren fuertemente que la conciencia y la atención deben estar disociadas, lo cual es quizás el argumento empírico más fuerte que se debe hacer.

Estos argumentos, que discutiremos más detalladamente en publicaciones posteriores, ayudan a proporcionar un recuento sistemático de la relación entre la conciencia y la atención que puede conducir a una mejor comprensión del propósito de la conciencia. Al describir un espectro de disociación entre la conciencia y la atención , podemos lograr cierta claridad conceptual en los debates interdisciplinarios sobre estos temas. Nos referimos a esta propuesta como la Disociación de Conciencia y Atención (CAD), e incluye teorías que van desde afirmar que son procesos idénticos a las teorías que argumentan a favor de una disociación completa (ver ilustración a continuación). Por lo tanto, es importante describir los requisitos para los diferentes niveles de disociación y definir la superposición entre la atención consciente de dos. A continuación se muestra una ilustración de los posibles niveles de superposición entre la conciencia y la atención.

 MIT Press.
Fuente: Imagen adaptada de Montemayor y Haladjian (2015). "Conciencia, Atención y Atención Consciente". Cambridge, MA: MIT Press.

Para entender cómo la atención visual se puede relacionar con la conciencia, debemos presentar una visión general de la investigación sobre la atención (este es el tema principal de nuestra próxima publicación), así como las teorías relevantes en la literatura filosófica (que es el tema principal) de nuestra tercera publicación). Para darle una idea general, aquí hay algunos puntos principales que debemos hacer.

Primero, necesitaremos examinar el trabajo relevante sobre atención, que incluye estudios sobre atención basada en características, atención espacial, atención basada en objetos, atención sin esfuerzo, los mecanismos que soportan las diferentes formas de atención (p. Ej., Estructuras neuronales y vías), y la evolución de estos mecanismos. Esta revisión es importante para nuestro argumento principal de que la conciencia y la atención deben estar disociadas en algún nivel, ya que existen formas de atención funcionalmente diferentes que parecen funcionar de manera independiente y han evolucionado en diferentes momentos entre sí, tales argumentos funcionales y evolutivos son difíciles. hacer para la conciencia.

Entonces debemos enfocarnos en las teorías filosóficas sobre la conciencia y cómo podrían relacionarse con nuestra comprensión de la atención visual. Al examinar varias consideraciones teóricas, es evidente una forma robusta de disociación entre la conciencia y la atención. Este enfoque ayuda a eliminar la ambigüedad de los términos que deben conciliarse para mejorar los intercambios entre teóricos, y también unifica sistemáticamente los debates que se han aislado en gran medida el uno del otro. Nuestra principal conclusión es que muchos de los debates actuales muestran que se necesita una teoría más completa de la relación entre la conciencia y la atención, y que una disociación entre los dos es una característica esencial de esta teoría.

Esta discusión conducirá a un examen de la posibilidad teórica de tener formas sistemáticas de superposición entre la conciencia y la atención, lo que se ha denominado 'atención consciente'. Esta es una posibilidad que solo es compatible con vistas que disocian la conciencia y la atención, pero sin negar que pueden superponerse de manera regular. Los puntos de vista que excluyen tal superposición son las teorías de identidad y las teorías de disociación completa. (Para las teorías de identidad, por suposición, todas las formas de conciencia son automáticamente formas de atención. En el extremo opuesto del espectro, para las teorías de disociación completa, no hay superposición posible entre la conciencia y la atención, aunque pueden parecer que ocurren en tándem, tales teorías deben afirmar que no hay superposiciones sistemáticas entre ellas.) Puede haber varias formas de atención consciente, incluidas aquellas relacionadas con experiencias fenoménicas, sueños, autoconciencia, recuerdos autobiográficos, pensamientos reflexivos y atención sin esfuerzo. Lo que concluimos aquí es que la atención consciente es una forma importante de atención que requiere más estudio y, en última instancia, nos ayudará a comprender mejor el propósito de la conciencia.

Llevando esta discusión un paso más allá, podemos argumentar que los hallazgos científicos sobre la atención y las consideraciones básicas sobre la evolución de las diferentes formas de atención demuestran que la conciencia y la atención deben estar disociadas independientemente de la definición de estos términos que uno use. Ninguna visión existente sobre la relación entre la conciencia y la atención tiene esta ventaja. Debido a esta característica, se puede presentar una forma neutral y de principios para resolver disputas relacionadas con esta relación, sin caer en debates sobre el significado de la conciencia o la atención. Una conclusión decisiva de este enfoque es que la conciencia no puede ser idéntica a la atención.

Creemos que se puede lograr una mejor comprensión de la conciencia en general describiendo la evolución de la atención consciente, así como los posibles roles funcionales a los que puede servir. Tales roles incluyen la facilitación de las interacciones empáticas, la formación de las capacidades del lenguaje, la integración sensorial transmodal y la limitación de los contenidos de la conciencia. Desde aquí podemos entender mejor el propósito de la conciencia y por qué evolucionó, y tal vez incluso desarrollar una comprensión de este tipo de experiencias en animales que no sean humanos. Este trabajo debería ser de interés para los psicólogos que estudian la atención o la conciencia, así como para los filósofos que trabajan en el lado teórico de estos temas.